El presidente ruso Vladimir Putin se dirige a Turquía hoy en un viaje de un día enfocado en el comercio, pero que probablemente se verá opacado por las diferencias entre los dos países en torno a la crisis en Siria.
Se espera también que la visita a Estambul, el primer viaje de Putin en dos meses, acalle las preocupaciones por su salud. La inusual interrupción en su calendario de viajes ha generado conjeturas de que el líder ruso de 60 años tenga serios problemas de espalda u otra enfermedad.
Su portavoz ha atribuido la incomodidad de Putin a un tirón muscular, y en los últimos días al presidente se le ha visto con mayor movilidad.
Durante las conversaciones es muy posible que Turquía presione a Putin para que deje de respaldar al presidente sirio Bashar Assad. Sin embargo, el Kremlin no ha mostrado inclinación a suspender el apoyo a su último aliado en Medio Oriente, al que ha protegido de las sanciones internacionales y le ha seguido proporcionando armas en medio de una guerra civil cada vez más cruenta.
Putin planea visitar Turkmenistán el miércoles y realizar otros viajes al extranjero antes de que concluya el año.