Manifestantes y policías federales se enfrentaron la mañana del sábado en las cercanías de las instalaciones del Congreso previo a la ceremonia oficial en la que Enrique Peña Nieto tomará formalmente posesión como nuevo presidente de México y que marca el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional.
Cientos de personas opuestas al nuevo presidente, algunas con el rostro cubierto, derribaron algunas de las vallas metálicas colocadas en el perímetro alrededor de la Cámara de Diputados e incluso lanzaron bombas molotov y petardos de fabricación casera hacia donde elementos de la policía federal se encontraban en resguardo.
En respuesta, policías federales lanzaron gas lacrimógeno hacia los manifestantes.
Un periodista de The Associated Press vio al menos a un policía herido con el rostro ensangrentado que era trasladado por sus compañeros hacia una ambulancia.
«¡México sin PRI! (Partido Revolucionario Institucional)» y «¡No a la imposición!», gritaban varios de los manifestantes.
La policía utilizaba extintores para apagar el fuego causado por las bombas molotov lanzadas hacia las barricadas.
En una calle trasera a la cámara baja, donde se reunían varios cientos de personas, la policía colocó dos vehículos blindados desde los que comenzó a lanzar agua hacia manifestantes que arrojaban piedras.
Peña Nieto tiene previsto llegar a la Cámara de Diputados para recibir de manos del presidente saliente Felipe Calderón la banda presidencial que marcará formalmente el cambio de poderes en el país, aunque en los primeros minutos del sábado se dio una ceremonia privada en la que el nuevo mandatario recibió el mando del Poder Ejecutivo.
Luego de la ceremonia en la cámara baja, el presidente se trasladará al Palacio Nacional en el corazón de la ciudad de México para dar un mensaje y posteriormente irá a un campo militar junto a la residencia presidencial para saludar a las fuerzas armadas.
Peña Nieto también tiene previsto ofrecer un almuerzo a los invitados al cambio de poder, entre quienes están el presidente colombiano Juan Manuel Santos; el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el príncipe Felipe de España.
El PRI, que dirigió a México durante siete décadas, regresa al poder con un presidente de una nueva generación para gobernar a un país que ha cambiado considerablemente en los 12 años en que el partido no ejerció la presidencia.
Enrique Peña Nieto juramentará al cargo después de hacer campaña como el rostro de un nuevo Partido Revolucionario Institucional, que se ha declarado arrepentido y renovado tras ser sacado de la presidencia en las elecciones de 2000. El PRI gobernó durante 71 años con una amalgama de dádivas populistas, sobornos y elecciones manipuladas.
Peña Nieto ha prometido gobernar democráticamente y en forma transparente. Pero sus primeras disposiciones, incluso antes de la toma de posesión, evidenciaron un sólido vínculo con el pasado.
En su gabinete anunciado el viernes recurrió a la vieja guardia, así como a nuevos tecnócratas para que lo acompañen en el gobierno.
Peña Nieto ofreció hacer del crecimiento económico y de la generación de empleos el eje de su gobierno, con Luis Videgaray –su confidente de mucho tiempo y coordinador de su campaña– como un eje para lograrlo.
Videgaray, un economista de 44 años con un doctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, será el nuevo secretario de Hacienda.
Miguel Angel Osorio Chong, ex gobernador estatal de 48 años conocido como un operador político y forjador de acuerdos, fue nombrado secretario de Gobernación (Interior), cargo que tendrá una participación fundamental en los asuntos de la seguridad.
NUEVO GABINETE
El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, designó el viernes su gabinete, integrado por miembros de la vieja guardia de su Partido Revolucionario Institucional y nuevos tecnócratas educados en el extranjero para encabezar un gobierno que busca enfocarse en el impulso de la economía y en reducir la violencia.
Uno de los políticos que estuvo al frente del equipo de transición, Miguel Ángel Osorio Chong, fue nombrado secretario de Gobernación —el segundo puesto en importancia después del presidente. El exgobernador de 48 años desempeñará funciones de política interna y seguridad pública.
El gabinete, que también integra a una ex líder de la izquierda y al principal funcionario económico del gobierno saliente, incluye al menos a cuatro exgobernadores del partido que gobernó 71 años continuos desde 1929 y que montó su regreso a la presidencia en las elecciones de este año.
«Hay una línea directa con el viejo PRI», dijo Rodrigo Aguilera, analista de México para la Economist Intelligence Unit. «Yo no creo que exista tal cosa como el nuevo PRI».
El presidente electo no asistió al anuncio del gabinete. Fue Osorio Chong quien leyó las designaciones.
El coordinador de campaña y del equipo de transición de Peña Nieto, Luis Videgaray, fue nombrado secretario de Hacienda. Expertos consideran a Videgaray, un doctor en economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts de 44 años, como una de las mentes brillantes detrás del mandatario electo y como el hombre que puede lograr reformas como la apertura de la empresa petrolera paraestatal Pemex a inversión privada.
En la cancillería se nombró a José Antonio Meade, de 43 años, quien hasta hoy se desempeñaba como secretario de Hacienda con el presidente saliente Felipe Calderón.
También nombró a un general de alto rango, Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional.
El Ejército fue durante el gobierno de Calderón uno de los pilares en la lucha contra narcotraficantes, pero el gobierno entrante ha dicho que dará prioridad a combatir los delitos que más afectan a los mexicanos, como secuestro y extorsión, que a la captura de capos.
Una de las figuras ajenas al PRI es Rosario Robles, quien fue designada secretaria de Desarrollo Social, la dependencia encargada del combate a la pobreza. Hace unos años, ella fue líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, del que fue expulsada.
Semanas antes de asumir el poder, el todavía presidente electo presentó propuestas legislativas para modificar la organización del gobierno y que consideraba la desaparición de dos secretarías, incluida la de Seguridad Pública, cuyas funciones serían absorbidas por la de Gobernación, que en las dos últimas administraciones concentró buena parte de sus actividades en el manejo de la política interna.
La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados, aunque quedó detenida en el Senado debido a que los dos principales partidos de oposición demandaron incluir algunos candados para evitar que Gobernación se convierta en una especie de súper secretaría sin controles.
Una de las demandas de los partidos es que algunos cargos de jefes policiales sean ratificados por la cámara alta.
Para el viernes a medianoche está prevista una ceremonia de «entrega de mando» de Calderón a Peña Nieto, aunque la presidencia la asumirá formalmente el sábado por la mañana en una ceremonia en el Congreso.
En el Congreso, el mandatario saliente Felipe Calderón le entregará la banda presidencial.
En la secretaría de Energía fue nombrado Pedro Joaquín Coldwell, quien hasta el viernes era el presidente nacional del PRI.
Peña Nieto ha dicho que una de sus prioridades será reformar el sector energético para permitir una mayor entrada de la iniciativa privada a la petrolera estatal Pemex. En la dirección de Pemex fue nombrado Emilio Lozoya, quien fungió como responsable del área internacional en la etapa de transición.
En la Secretaría de Educación fue nombrado un miembro de la vieja guardia del PRI, Emilio Chuayfett, otro ex gobernador estatal.
Algunos analistas opinan que la designación de Chuayffet, de 61 años, como titular de educación es un mensaje a la influyente líder del sindicato de los maestros, Elba Esther Gordillo, ya que el político organizó la destitución de la llamada «maestra» cuando ella era líder legislativa del partido hace nueve años.
Para la Procuraduría General de la República, un cargo que debe ser ratificado por el Senado, se propuso a Jesús Murillo Karam, también ex gobernador y quien hasta ahora se desempeña como legislador federal.
Peña Nieto presidirá un país con estabilidad macroeconómica, pero marcado por una creciente violencia atribuida al crimen organizado, que ha causado decenas de miles de muertos.
El aún presidente electo ha dicho que fomentará el crecimiento económico y la creación de empleos, lo cual a su vez espera que contribuya a enfrentar la inseguridad pública.
Quién es quién
LUIS VIDEGARAY: El economista de 44 años es la mano derecha de Enrique Peña Nieto y fue nombrado secretario de Hacienda. Ha estado al lado del nuevo presidente por más de ocho años y es considerado por muchos como una de las mentes brillantes detrás del mandatario electo y como el hombre que puede orquestar reformas como la apertura de la empresa paraestatal Pemex a inversión privada. Un fiel miembro del Partido Revolucionario Institucional, Videgaray decidió estudiar economía en parte para conocer las raíces de las numerosas crisis y devaluaciones que sufrió México en la década de 1980. Recibió un doctorado en economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts en 1998.
Se conocieron cuando el nuevo secretario de Hacienda trabajaba en un banco que renegociaba la deuda por 2.300 millones de dólares del Estado de México. Cuando Peña Nieto llegó en 2005 a la gubernatura del estado, el más poblado del país, nombró a Videgaray secretario de Finanzas del estado y posteriormente, coordinador de su campaña para la presidencia. Algunos consideran que el puesto de secretario de Hacienda puede ser algo pequeño para un personaje como Videgaray, pero expertos dicen que el presidente va a contar con Videgaray para los asuntos económicos, la prioridad hasta ahora expresada de la nueva administración.
MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG: El ex gobernador del estado central de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong de 48 años, fue designado secretario de Gobernación. Es un político cercano al nuevo mandatario y clave en el PRI. Los lazos entre los dos se fortalecieron cuando el abogado Osorio Chong fungía como delegado del Partido en el Estado de México, durante la campaña del sucesor de Peña Nieto.
Fue coordinador del dialogo y después también de acuerdos políticos. Dentro del partido que regresa al poder después de 12 años, Osorio Chong ha ocupado cargos importantes como secretario de operación política y acuerdos políticos. Ha sido miembro del partido al menos desde los inicios de 1990, desde que inició en la política como Oficial Mayor de la ciudad de Pachuca, al norte de la Ciudad de México.
JESÚS MURILLO KARAM: El abogado Murillo Karam, designado Procurador General de la República, es un político de experiencia y desde los años 70 miembro del PRI. Su cargo debe ser ratificado por el Congreso. Ha sido gobernador, diputado y senador. El político de 64 años fue también al final de la década de los 90 subsecretario de Gobernación en asuntos de seguridad pública del Presidente Ernesto Zedillo. De 1993 a 1998, Murillo ocupó, así como Osorio Chong, el cargo de gobernador de Hidalgo, su estado natal.
Murillo Karam forjó su relación con Peña Nieto al ser delegado de su partido cuando se llevaron a cabo las elecciones estatales en 2005 en las que resultó victorioso como gobernador el nuevo presidente. Más tarde como senador integró comisiones de justicia y en la campaña de Peña Nieto coordinó asuntos jurídicos. Como presidente de la cámara de diputados, Murillo Karam colocará la banda presidencial al nuevo mandatario en la toma de protesta el sábado.
EMILIO CHUAYFFET: El nuevo secretario de Educación, fue también, como el nuevo presidente, gobernador del Estado de México. Chuayffet, de 61 años, es conocido por haber enfrentado a la conocida líder del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo y organizó su destitución como líder del mismo partido en 2003 debido a que apoyaba una reforma fiscal del partido gobernante. El Partido de la Revolución Institucional la expulsa tres años después por mostrar apoyo al contrincante y ahora presidente saliente Felipe Calderón. Algunos analistas han dicho que la designación de Chuayffet como titular de la Secretaría de Educación es una «declaración de guerra» contra la apodada «maestra», una figura influyente que muchos consideran el obstáculo más grave para reformar el ineficiente sistema educativo.
Chuayffet ocupó también el cargo de secretario de Gobernación de 1995 a 1998 en la administración del Presidente Ernesto Zedillo. También ha fungido como director general y presidente del consejo general del Instituto Federal Electoral. Antes de unirse a la campaña de Peña Nieto se desempeñaba como investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
JOSE ANTONIO MEADE: El economista de 43 años, con un doctorado de la Universidad de Yale, fue designado secretario de Relaciones Exteriores. Comenzó en su carrera política con puestos como director de bancos del gobierno y otros puestos en finanzas públicas. Fungió como Secretario de Energía los primeros nueve meses de 2011, pero después fue nombrado Secretario de Hacienda en el gobierno de Calderón (2006-2012).