Cuando el náufrago Luis Alejandro Velasco llegó al país en 1955 tras sobrevivir diez días en alta mar, la noticia le pareció muy fría al veterano periodista colombiano José Salgar, quien entonces le encomendó a uno de sus reporteros que le diera un giro. El reportero era Gabriel García Márquez, conocido como Gabo. Corrían los años 50 y el futuro Nobel de Literatura trabajaba en el diario bogotano “El Espectador”.
«La noticia era demasiado fría y ya había pasado, pero se llegó a un momento (en El Espectador) en que se le dijo a Gabo: ‘Póngale usted cosas, sin desvirtuar la verdad, con un poco de las arandelas literarias que usted ha aprendido y con el color caribe que usted quiere meterle al periodismo bogotano», dijo a The Associated Press Salgar.
Entonces, agregó, García Márquez «comenzó una serie extraordinaria (porque) empezó a sacarle a este tipo (Velasco) una cantidad de cosas que no había dicho. Por ejemplo, que el barco había naufragado porque llevaba contrabando (y era) un barco oficial».
«Gabo llegó a aprender periodismo conmigo porque decía que la literatura no daba nada de plata y que el periodismo al menos le daba un puesto (y un sueldo) permanente», relató el periodista de 92 años, casi 80 de ellos dedicados a este oficio.
La historia escrita por Salgar detrás del reportaje «Relato de un náufrago», que García Márquez escribió por entregas para El Espectador a mediados de los años 50, hace parte del libro «Gabo, periodista», que se presentaba ayer por la noche en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México.
«Este es un libro que tiene más de tres años» de trabajo en cual colaboraron «escritores y periodistas de toda Iberoamérica y también fuera de (ella), como es el caso de (el periodista estadounidense) Jon Lee Anderson», dijo a The Associated Press el director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello, en una entrevista telefónica desde Guadalajara.
«La gente sabe que (García Márquez) fue periodista, pero realmente no conoce a fondo los detalles. Todo el mundo lo reconoce como novelista», añadió.
El libro de 512 páginas es un compendio de escritos de periodistas y escritores sobre la obra como reportero de García Márquez, nacido en 1927 en Aracataca, un remoto poblado del Caribe colombiano, en el departamento de Magdalena y a unos 665 kilómetros al norte de Bogotá.
Incluye textos del escritor desde que fue reportero del diario El Universal de la ciudad de Cartagena -650 kilómetros al norte de la capital colombiana-, pasando por los meses de su mayor producción periodística en el diario bogotano El Espectador, hasta los artículos que hizo para la desaparecida revista colombiana Cambio.
«Gabo, periodista», explicó Abello, circulará en principio sólo en dos países: México y Colombia. En la cuna de García Márquez el libro se presentará el próximo 10 de diciembre para conmemorar que un día como ese, en 1982, el famoso escritor recibió en Estocolmo, Suecia, el Premio Nobel de Literatura.
Serán 10 mil ejemplares para México y 4 mil para Colombia que se distribuirán gratuitamente «con el propósito de realzar y poner … a disposición de amplios públicos … una muestra del muy valioso legado periodístico de Gabriel García Márquez, quien ha engrandecido con su quehacer y sus afanes el horizonte de la prensa en la patria de la ñ», expresó Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) mexicano, en una declaración difundida por la FNPI en su página en Internet.
A partir de 2015 el libro se venderá con fines comerciales en el resto de Iberoamérica.
«Gabo, periodista» también incluye una extensa entrevista con Mercedes Barcha, esposa de García Márquez, realizada por el escritor y periodista puertorriqueño Héctor Feliciano. De esa entrevista, Abello destacó «su autenticidad, su sinceridad (y) el que es un recorrido por la vida de ellos».
Sobre la salud del Nobel, que en marzo pasado cumplió 85 años, Abello dijo que «nosotros le entregamos el libro, él está muy tranquilo, muy bien… Brindamos con champaña con él y con su esposa Mercedes». Jaime García Márquez ha dicho, sin embargo, que su hermano tiene problemas con la memoria.
En tanto Feliciano, también en conversación telefónica con la AP desde México, dijo que la entrevista con Mercedes Barcha, la tercera que concede en su vida, se hizo recientemente en dos etapas: una en Ciudad de México y otra en Cartagena. «Fue muy buena, fue muy larga, fueron muchas horas, mucho tiempo juntos», expresó.
En la entrevista, dijo Feliciano, Barcha recordó muchas anécdotas, como aquella de agosto de 1966 cuando García Márquez envió a la Editorial Suramericana (Buenos Aires, Argentina) el manuscrito de su obra cumbre, «Cien años de soledad», en dos despachos porque el dinero no les alcanzaba para enviarlo en un solo paquete.
Las dos sesiones de la entrevista, agregó el periodista de 56 años, fueron con el escritor y su esposa juntos. «De hecho, él interviene un poco en la entrevista».
Feliciano declinó comentar revelaciones o detalles del libro y en tono de sorna dijo que prefería que la gente los encuentre leyéndolo.
Para el periodista Salgar, el valor que tiene «Gabo, periodista» »es que 10 o 15 amigos muy cercanos de ‘Gabo’ en todo el mundo cuentan cosas que le pasaron a él y que no eran conocidas».
Respecto de la salud de García Márquez, dijo que «tiene enfermedades delicadas, pero se las están cuidando la familia y los médicos, pero en general su porte está muy bien».
Finalmente, recordó la última conversación que tuvo con García Márquez. «Fue cuando me llamó a felicitarme por mis 90 años», dijo Salgar. «Esa conversación fue muy cálida (y ambos concluimos) que no había pasado nada en 60 años».
José Salgar
Periodista de 92 años