Decenas de miles de personas empezaron a manifestar este sábado en la ciudad de Rostock (este de Alemania) para protestar contra la próxima cumbre del G8, que se celebrará en Heiligendamm entre el 6 y el 8 de junio.
Ines Brembach, quien colabora en la organización de la manifestación de este sábado, espera la participación de unas 100 mil personas de 162 grupos, entre altermundialistas, ecologistas, pacifistas y simpatizantes de extrema izquierda.
La policía, sin embargo, no espera a más de 30 mil personas.
Los agentes de policía eran numerosos en las calles de la ciudad a media mañana, mientras que muchos comercios estaban cerrados.
«Hemos anunciado una manifestación totalmente pacífica, y pensamos que así será y que no habrá excesos», declaró ante la prensa Werner Ratz, de la organización altermundialista Attac. Según un portavoz, el ambiente es «muy tranquilo».
La célula especial de la policía encargada de la seguridad del G8, la «Kavala», comparte este optimismo.
«No tenemos informaciones de grupos violentos que se hayan infiltrado entre los manifestantes. Esperamos una manifestación tranquila», indicó a la AFP una portavoz de la policía.
«Los participantes representan un amplio espectro y están contra la globalización, la guerra en Irak y una serie de cosas», declaró Brembach.
«Es ridículo decir que el G8 intenta construir un mundo más pacífico, cuando lo que hace es exportar armas que están destruyendo ífrica y su agricultura», agregó.
Los manifestantes también han prometido bloquear las carreteras que conducen al lugar de la cumbre, para intentar impedir la llegada de los líderes de los ocho países más industrializados del mundo (Gran Bretaña, Canadá, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Rusia y Japón).
La principal organización neonazi de Alemania, el Partido Democrático Nacional (NPD), asegura que sus miembros también se manifestarán en Rostock, después de que el tribunal de apelación administrativo confirmara una prohibición de la municipalidad de Schwerin (este), revocada el jueves por el tribunal administrativo.
El motivo invocado es que la ciudad, capital del Estado de Mecklemburgo-Pomerania occidental, no tiene suficientes agentes de policía para la manifestación.
No obstante, la policía alemana dice que su gran preocupación es evitar que se unan a las manifestaciones militantes violentos de extrema izquierda.
«Nuestro objetivo es evitar que vengan militantes radicales», declaró el jefe de la policía federal, Joerg Ziercke, en una entrevista reciente con el diario Die Welt.
Como ya es costumbre en las cumbres del G8, el lujoso hotel en que se alojarán los líderes del G8 ha sido rodeado por una valla, coronada de alambres de espino.
Las autoridades alemanas no están escatimando gastos con la seguridad, y han movilizado a 16.000 policías para contener las protestas, por un coste total de 12,5 millones de euros (16,8 millones de dólares).