¿Una segunda oportunidad?


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Creo que de falta de acción gubernamental no se pueden quejar mis paisanos pues los mandatarios se arremangaron las camisas y se pusieron manos a la obra para atender el desastre consecuente de los sismos ocurridos recientemente en nuestro país. Tampoco podemos reclamar falta de solidaridad de nuestros coterráneos, porque han abundado quienes se volcaron a los centros de acopio para llevarles a los damnificados agua potable, frazadas, alimentos básicos y otros artículos de primera necesidad.

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt


Mucha gente opina que las actuales circunstancias le cayeron como maná del cielo al gobierno actual, porque la mayoría estaba alicaída, frustrada, con un gran sentimiento de pesar porque otra vez se había equivocado al ir a depositar su voto, porque quienes podían levantarle el ánimo a la población, tristemente pasados diez meses, los resultados gubernamentales hacían muy poco porque se vislumbrara algún cambio de importancia. Por ello es que ahora estoy preguntando: ¿será que por designios divinos los conductores del actual gobierno tienen en sus manos la segunda oportunidad para demostrar que sí pueden cumplir con sus promesas?

    Viendo las cosas con optimismo y deseando lo mejor para nuestro país creo que a todos nos llegó la hora crucial, ahora más que nunca cada uno de los ciudadanos guatemaltecos podremos comprobar con nuestra fiscalización y supervisión, si es verdad que los del PP “como roncan duermen”. De ahí que el General Pérez Molina y su Vicepresidenta no debieran  molestarse si andamos metiendo las narices por todas partes para averiguar si la ayuda realmente está llegando a los necesitados; si se está acabando con la mala práctica en que los simpatizantes del partido oficial o de cualquier otro, como buenos politiqueros, sigan luciendo sombrero ajeno y si la honestidad como el cumplimiento de la ley van a servir de garantía para que la población pueda recuperar la esperanza perdida.

    Es cierto, la gran mayoría de chapines somos llorones, nos quejamos de todo y constantemente manifestamos nuestra inconformidad pero ¿será que estamos equivocados y quienes hoy tienen la sartén por el mango tienen la capacidad para demostrar con hechos que  están gobernando con transparencia, honestidad y eficiencia? No se puede soslayar que hace rato dejamos de creer en la Contraloría de Cuentas, mucho menos en diputados y en tantos funcionarios como encargados de entidades oficiales que lo primero que hacen es encasquetarse las llamativas chaquetas y gorras para salir con cara de héroes en las fotos y filmaciones.

    De aquí parte la importancia para que cada ciudadano de ahora en adelante tengamos también la capacidad de poner todo nuestro empeño para averiguar, investigar, denunciar y hacer todo lo posible porque esa segunda oportunidad otorgada al gobierno actual pueda ser útil para enderezar el rumbo de la maltrecha administración pública. Ahora es cuando a usted, apreciable conciudadano, le corresponde velar por el bien común de nuestro país o ¿volverá a dejar pasar tan excelente oportunidad?