Si no fuera por lo que ha escrito y publicado el escritor y periodista chileno Ernesto Carmona, no se sabrían los alcances que está adquiriendo la vigilancia política interna a los ciudadanos de Estados Unidos, la militarización de la sociedad y el “detrimento de las libertades civiles”. A partir de su trabajo periodístico, es posible retomar fragmentos de la información sobre el espionaje político en EE.UU.
Carlos Gonzáles
Hace 15 días, me referí a la construcción del “mayor centro de espionaje electrónico del mundo”, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Este centro está destinado a vigilar a los estadounidenses y se está construyendo al pie de las montañas de Bluffdale, en Utah. Bluffdale era hasta hace poco un extenso caserío construido por mormones.
“Al área comenzaron a llegar nuevos pioneros, forasteros muy reservados que hablan poco y se cuidan a sí mismos…, se concentran en descifrar mensajes secretos que solamente ellos tienen capacidad de entender”.
En 2013, la obra estará ocupada por “expertos en inteligencia, ordenadores y guardias armados”. Su principal tarea estará dirigida a “secretamente capturar, almacenar y analizar grandes cantidades de palabras e imágenes que fluirán a través de las redes de telecomunicaciones del mundo”.
“Sus servidores y routeres almacenarán en bases de datos insondables toda clase de formatos de comunicación, contenidos completos de correos electrónicos privados, llamadas de teléfono celular, búsquedas en Google, así como toda clase de señas personales, rastros de estacionamientos de datos, itinerarios de viajes, compras en librerías e incluso basura digital”.
De esa manera y, en cierta forma, “se cumplirá el programa ‘de conciencia de la información’ planeado en el primer período de Bush”. (“Estados Unidos se transforma en Estado Policial”. Ernesto Carmona, Rebelión, 18 de octubre de 2012).
Por su parte y según lo dado a conocer por INSURGENTE.ORG, en Europa, el “Sistema Inteligente de Información, que apoya la observación, búsqueda y descubrimiento para la seguridad de los ciudadanos en el entorno urbano” (INDECT), es “el proyecto de vigilancia más extenso que se haya planeado o establecido hasta el momento”.
De acuerdo al comportamiento observado, INDECT automáticamente considera sospechoso a todo aquél que se mueve en la dirección “equivocada”, el que merodea, quien se encuentra con un grupo determinado de personas, el que corre, quien se cae, el que grita o lanza improperios; podría, incluso, reconocer a quien es potencialmente peligroso y pedir información a la base de datos. “Después de un escaneo rápido, la persona será clasificada en una cierta ‘categoría de peligro’ y si se considera que el peligro es alto, se avisará a la policía o a las fuerzas de seguridad”.
De esta forma se podrá “reunir, almacenar y analizar información sobre cada ciudadano…, identificar comportamientos ‘potencialmente peligrosos’”. El sistema se anticiparía a “predecir dónde se podrían organizar protestas…, incluso antes de que los mismos protestantes lo sepan”. (Contrainjerencia, 23 de octubre de 2012).
Es así como EE.UU. y Europa, espía e intimida a los ciudadanos, vigila movimientos, controla comportamientos, detecta y anticipa intenciones “potencialmente peligrosas”. http://ricardorosalesroman.blogspot.com/