En caso de terremoto: El triángulo de vida


Eduardo_Villatoro

Derivado del terremoto que causó pérdida de vidas y estragos en viviendas y carreteras el miércoles anterior, especialmente en San Marcos y otros departamentos del suroccidente, traigo a colación un artículo que publiqué hace  seis años, que incluye recomendaciones en torno a medidas que se deben tomar cuando ocurran temblores, que en Guatemala suceden con cierta frecuencia, porque vivimos en un país ubicado en una zona altamente sísmica.

Eduardo Villatoro


Sin embargo, en contra de lo que comúnmente se cree, para salvar la vida o para proteger su cuerpo lo menos que usted debe hacer es colocarse debajo de un mueble, como lo aconsejó anteayer un diario matutino, por las razones que daré a conocer en líneas posteriores.
  
Me guío por los conocimientos y la extensa experiencia de un norteamericano llamado Doug Copp, quien es experto en el área de mitigación de desastres, de la ONU, y ha estado dentro de casi 900 edificios colapsados y participado en grupos de rescate en 60 países que han requerido su presencia cuando ha sido posible.
  
Este veterano socorrista asevera que en cualquier derrumbe hay ciento por ciento de posibilidades de sobrevivir si las personas atrapadas usan el denominado “Triángulo de vida”, y para el efecto se apoya en un documental en que se grabaron 20 maniquíes, 10 de los cuales fueron colocados en lugares que se consideraban seguros, y los restantes 10 se ubicaron en el citado triángulo de vida.
  
En el experimento se hizo explotar un edificio, que de todas formas iba a ser demolido para construir un centro comercial, y donde se depositaron los muñecos de figura humana. Los primeros 10 maniquíes resultaron destrozados, mientras que los otros se encontraron en perfectas condiciones, salvo pequeñas lastimaduras.
  
Cuando ocurrió el terremoto que sacudió la capital de México en 1998, los niños que perecieron estaban debajo de pupitres y mesas, en un infructuoso intento de salvar sus vidas. Según opinión del señor Copp, podrían haber sobrevivido si en vez de colocarse bajo los escritorios y otros muebles se hubiesen acostado en posición fetal al costado de los mismos pupitres.
  
Para ser más explícito y sencillo, el experto asegura que cuando un edificio o vivienda colapsa, el peso del techo cae sobre los objetos y muebles y los aplasta; pero queda un espacio vacío justo al lado de esos enseres o una pared maciza. Ese hueco o pequeño ámbito es el triángulo de vida.
  
Por lo consiguiente, en caso de terremoto usted no se coloque debajo de muebles o vehículos, sino que debe ponerse en posición fetal, en cualquier pequeño agujero, cerca de un sofá o de un mueble grande. Si usted está en su cama y acaece un temblor, ni se le ocurra meterse bajo ese mueble, sino ruede hacia el piso, porque encontrará un espacio vacío alrededor de su lecho.
  
Si está viendo televisión, leyendo en su sala o trabajando en su estudio y le es difícil o imposible salir, también debe acostarse fetalmente al lado un diván, una silla o pegado a una pared bien sólida.
 
Si se para debajo de una puerta o de una ventana corre más riegos de perecer, porque los marcos ceden y usted puede morir aplastado. Ahora, si usted va conduciendo un vehículo y se percata de que está temblando, detenga la marcha, salga del automotor y siéntese o acuéstese al lado del automóvil, picop o lo que sea y colóquese en posición fetal formando el triángulo de vida.
  
(Un bombero que acude a rescatar cadáveres soterrados por un temblor pregunta a Romualdo Tishudo: -¿Tiene alguna señal su amigo para identificarlo? Mi paisano responde:-Sí, era zurdo).