Fendi conjuga moda y reciclaje


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Ilaria Venturini Fendi ha convertido la atención a los detalles y la maestría que logró con su trabajo de años en la famosa casa de modas de su familia en su propia línea de bolsos con materiales reciclados que incluyen de todo, desde placas de interruptores de luz en desuso hasta tiras de piel de autos utilizadas en pruebas contra choques.

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Por JAMIE STENGLE DALLAS / Agencia AP

«Lo que hice fue agregar la experiencia que tenía por mi familia a mi nueva visión sobre la industria de la moda», dijo Venturini Fendi, quien se encontraba en Dallas la semana pasada como parte de una muestra de moda italiana que incluyó una exposición en el Centro Comercial de Dallas en la que participaron más de 100 diseñadores italianos quienes presentaron sus colecciones, incluyendo Venturini Fendi.

Sus bolsos Carmina Campus son únicas y están fabricados «sólo con materiales reciclables o que no han sido usados antes pero no serían empleados de otra forma».

En palabras de Venturini Fendi la diseñadora «creció en la moda». Sus abuelos, Edoardo y Adele Fendi, fundaron la casa de modas con sede en Roma en 1925. La casa fue heredada por cinco hermanas Fendi, incluyendo a la madre de Venturini Fendi, Anna, antes de ser comprada en 2001 por el conglomerado francés Louis Vuitton Moet Hennessy.

Venturini Fendi trabajó dos años para Chanel en Paris antes de comenzar a trabajar en la empresa familiar, donde estuvo casi dos décadas. Fue diseñadora de zapatos y directora creativa de la línea Fendissime y siguió trabajando ahí por varios años después de que LVMH los compró.

Pero en algún momento sintió la necesidad de hacer algo diferente. Dejó la empresa y compró una granja al norte de Roma.

«Mi sueño desde que era pequeña era vivir en el campo y trabajar rodeada de naturaleza, así que la primera cosa que hice fue comprar una granja», dijo.

Mientras trabajaba en la granja, donde tiene borregos, caballos, cerdos, cabras y gallinas, comenzó a sentir que su pasión por la moda renacía. Después de diseñar bolsas para recaudar fondos para un grupo contra la mutilación genital femenina, comenzó a pensar en la forma de retomar su carrera pero «de una manera diferente».

En 2006 surgió Carmina Campus, cuyo nombre significa en latín «cantos del campo».

Trabajar con materiales reciclados, dijo, le hizo ver de una manera muy diferente la forma en la que diseñaba. Antes comenzaba sus bosquejos con lo que le venía a su imaginación y a partir de eso buscaba los materiales, ahora encuentra los materiales primero y crea los diseños con ellos.

«El proceso creativo cambió muchísimo», dijo.

En colaboración con la empresa de autos Mini empleó materiales provenientes de autos usados en pruebas de choques, incorporó cinturones de seguridad manijas e incluso visores, que se pueden inclinar cuando se fijan al exterior de los bolsos para crear un práctico espejo de mano.

Otra línea de bolsos fue creada con bolsas de basura y fondos de latas de aluminio. También ha convertido las muestras de pieles en bolsos, incluyendo las que tienen estampado el tipo de color de la muestra. En otros bolsos ha incorporado apagadores de luz viejos. Sus bolsos también incluyen sábanas militares viejas y carpas viejas.

Además tiene una línea de bolsas hechas en África con materiales desechados en la región. La línea fue creada en colaboración con el Centro de Comercio Internacional, una agencia creada en conjunto por la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio que lucha contra la pobreza con proyectos comerciales que dan empleo a trabajadores locales. El mensaje de la línea, que también puede ser visto en algunos bolsos es: «No es caridad, sólo es trabajo».