Antes del partido del miércoles, el entrenador de los Lakers de Los Ángeles, Mike Brown, habló con vehemencia de la manera en que Kobe Bryant había estado anotando con gran facilidad y desde diferentes ubicaciones.
Contra Utah, con cuatro o cinco jugadores turnándose para marcar a Bryant, nada fue fácil cuando el Jazz se llevó la victoria por 95-86 para empeorar la foja de los Lakers al ponerla en 1-4.
«Para cualquiera es difícil frenarlo en acciones uno a uno», señaló el base Randy Foye del Jazz. «Tengo que darle mucho reconocimiento a mis compañeros. Yo, Gordon (Hayward), Marvin (Williams), Mo (Williams), Alec (Burks). Todos nosotros. Funcionó bien, pero tuve la suerte de que el partido terminase cuando terminó porque un poco más y él estaría poniéndose en marcha».
Bryant encabezó a todos los anotadores con 29 puntos, incluidos 16 en el cuarto periodo. Pero acertó únicamente siete de 17 en general a pesar de que llegó al partido con un casi 60% de efectividad en sus tiros. No acertó ninguno de sus cuatro intentos de triple y acertó solo tres de 19 después de tres cuartos.
Mientras el Jazz solamente le permitió a los Lakers encestar el 34% de sus lanzamientos, Al Jefferson y Foye —adquirido como agente libre— aportaron un buen impulso.
Jefferson convirtió 18 unidades y Foye agregó 17 como suplente con cinco triples, incluyendo tres consecutivos en el último cuarto.
«Caramba, ya lo percibía», dijo Foye, quien terminó encestando cinco de nueve desde lejos del arco y concretó todos los triples de Utah. «Lo único que hice fue jugar y ser combativo. Tengo que darle mucho reconocimiento a mis compañeros. Mis compañeros me encontraron en los lugares apropiados y yo únicamente encestó los tiros».
Foye consideró que los Lakers no deberían sorprenderse de que él fuera un peligroso lanzador de triples.
«Me conocen», dijo. «El año pasado jugué por los Clippers y tuve partidos formidables contra ellos. Sabían».
El Jazz llegó a acumular una ventaja de 16 puntos en los primeros momentos del encuentro, pero los Lakers se acercaron a cinco unidades cuando restaban 8:27 en el reloj, hasta que Foye encestó tres triples consecutivos para poner adelante a Utah por 79-68 a 6:40 minutos del final.
Mo Williams sumó 16 puntos para Utah (2-3).
Dwight Howard añadió 19 tantos por los Lakers y Metta World Peace tuvo 15.
Los Lakers tuvieron una ventaja enorme en la línea de los tiros libres, al embocar 32 de 36. El Jazz acertó 16 de 18 desde la línea.
Utah tuvo en cambio una ventaja de 44-36 en puntos desde la pintura.
El Jazz, que venía de tres derrotas consecutivas fuera de casa, comenzó anotando rápido y tuvo un final enérgico, en el que Foye fue la bujía que salió de la banca.
También formó parte de un grupo de jugadores que frustró a Bryant, incluidos Gordon Hayward y Marvin Williams.
Bryant tuvo un solo tiro en el primer cuarto y encestó uno de cuatro antes del receso.
El Jazz logró que los Lakers perdieran 19 balones, incluidos seis a Bryant y cinco a Howard.
«Mucho de esto viene de la comunicación mutua, de la sincronización mutua», dijo Bryant, que jugó el partido número 79 de su carrera contra el Jazz y apenas el quinto con su nuevo compañero Howard.
Por su lado, los Clippers de Los Ángeles jugaron con un recuerdo latente, que se avivó ante la perspectiva de tener una pequeña revancha con los Spurs de San Antonio.
Dirigidos por los maestros de clavadas DeAndre Jordan y Blake Griffin, los Clippers amarraron un victoria de 106-84 al asestarle a los Spurs su primera derrota en la temporada.
«Todavía recordamos lo que nos hicieron hace unos meses», dijo Jordan sobre el equipo que barrió y eliminó a los Clippers de la segunda ronda de los playoffs. «Eso fue una motivación adicional».
Griffin consiguió 22 unidades y 10 tableros, mientras Jordan logró 20 puntos y 11 rebotes para encabezar a los seis jugadores que anotaron más de 10 puntos. Los Clippers salieron así de dos derrotas seguidas, al tiempo que controlaron los tableros por 46-29.
«Nos patearon nuestro (trasero)», dijo el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich. «Estuvieron más emotivos, más combativos, y eso les significó algo por todas las razones obvias. Tuvimos presencia en una mitad, pero después de eso creo que no jugamos con la misma intensidad que ellos, y eso se demostró».
Danny Green encestó 12 tantos y Tim Duncan añadió 10 por los Spurs, cuyo arranque de 4-0 fue el mejor en la historia de la organización.
El argentino Manu Ginóbili anotó nueve puntos, entregó dos asistencias y capturó un rebote en 19:05 minutos en la cancha por los Spurs. El brasileño Tiago Splitter contribuyó con siete puntos y dos tableros con San Antonio.
Jordan, Griffin y Chris Paul, quien tuvo 10 unidades y 12 asistencias, dejaron el partido en definitiva cuando restaban 4:47 minutos y los Clippers aventajaban por 25 puntos. Para entonces, ya habían concretado una serie tremenda de clavadas con pases en el aire durante una explosión ofensiva de 12-2. Griffin encestó tres clavadas en ese tramo luego que la actuación de altos vuelos de Jordan domino el tercer periodo.
Los Spurs jamás pudieron acercarse a menos de 11 puntos luego de abrir el último cuarto con un ataque de 11-2. Jamal Crawford acertó un triple que reavivó la ofensiva de los Clippers.
En el resto de la jornada, Phoenix venció 117-110 a Charlotte, Boston 100-94 a Washington en tiempo extra, Atlanta 89-86 a Indiana, Miami 103-73 a Brooklyn, Denver 93-87 a Houston, Minnesota 90-75 a Orlando y Filadelfia 77-62 a Nueva Orleáns.
También, Memphis 108-90 a Milwaukee, Dallas derrotó 109-104 a Toronto, Sacramento 105-103 a Detroit y Golden State 106-96 a Cleveland.