Destaca la importancia del desayuno


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La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacó la importancia de un desayuno saludable en las dinámicas urbanas, en donde la ciudadanía dedica cada vez menos tiempo a profundizar en el conocimiento sobre los alimentos que podrían ayudarle a un mejor desempeño.

GUATEMALA Agencia CERIGUA

De acuerdo con información de la FAO, el desayuno es el más importante de los tiempos de alimentación, pues constituye la primera ingesta, la que debe entregar al cuerpo la energía y los nutrientes necesarios para comenzar las actividades físicas diarias.

Un desayuno saludable mejora el rendimiento físico y la concentración mental; es fundamental entregar los nutrientes esenciales  a la niñez, ya que deben rendir a la hora de clases y a las personas adultas, para un mejor desempeño en los quehaceres diarios y en el trabajo.

Debe haber un compromiso de cada ciudadano y ciudadana para mejorar el desayuno y hacerlo más saludable, considerando que las alternativas sanas que ofrece el mercado hoy en día no superan los 10 quetzales (1.20 dólares), destaca el comunicado de ese organismo. En Guatemala un alto porcentaje de la población sobrevive con un dólar diario, por lo que esta recomendación es difícil de cumplir.

Hay tres elementos que no deben faltar en la primera ingesta del día: calcio, fibras y vitaminas; el primero se obtiene de una porción de leche o yogur, las fibras de los cereales o una porción de pan y las vitaminas están en las frutas o jugos naturales.

El desayuno debería contener el 25 por ciento del total de calorías que consumiremos cada día, aproximadamente 500 y no debe tomarse a la ligera, al menos 15 minutos, que ayudarán también a mejorar la calidad de la relación y la comunicación familiar.

Las políticas estatales y de gobierno no sólo deben centrarse en la erradicación del hambre, sino en garantizar el acceso a la calidad de los alimentos y a la nutrición, concluye la información de la FAO.

El desayuno puede consistir en la combinación de los siguientes productos: té o café, endulzados con azúcar, edulcorante o miel; leche descremada, yogur de dieta o requesón; pan integral, pan marraqueta o avena; naranjas, manzanas, peras, piña o fresas; tomates y huevos.