Cada vez que en el mercado internacional el barril de petróleo se cotiza al alza, los consumidores nacionales sienten la impotencia de que irremediablemente el precio de los combustibles se incrementará, ya sea la misma tarde en que se registró el aumento o en los próximos días.
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Sin embargo, cuando el precio del crudo cede, a nivel interno pareciera que se cuenta centavo por centavo la disminución al precio de consumo final, por lo que, aunque a manera oficial y empresarial se manifieste lo contrario, organizaciones de consumidores consideran que hay especulación en el mercado interno, debido a que no existirían reglas claras para proteger al consumidor final.
Mario Chinchilla, director de Coordinadora Nacional en Defensa de los Derechos del Consumidor de Guatemala (Conadeco), considera particularmente preocupante que en algunos sectores del occidente del país el galón de gasolina súper se cotice en aproximadamente Q40.
La preocupación que Chinchilla señala, es que, aunque los consumidores están demandando menos cantidad de producto, aun así se está afectando la economía familiar, por “todos los efectos del incremento generalizado de productos, porque tan solo sube un poco el precio del combustible y ya la gente especula o se aprovecha para incrementarle a todos los productos en general”.
“Por lo mismo de que nadie hace nada por controlar ese asunto”, dijo el experto, “por lo mismo de que no hay investigación y seguimiento es que se dan estos casos”, porque “hay un sobreprecio siempre, hay especulación porque hay libertad; pero esa libertad está castigando la economía de la mayoría de la gente”. En ese sentido, considera que es factible que se pueda tomar medidas respecto a proteger los derechos de los consumidores, “pero la voluntad política del gobierno es lo que hemos estado pidiendo” y con la que no se contaría, afirmó.
El activista también sostiene que existe incremento en el combustible que ingresa de contrabando al país, que muestra una diferencia de precio “significativa” porque se cotiza a Q25 el galón de gasolina súper, una diferencia de aproximadamente Q12 para la Ciudad Capital y Q15 para la provincia del país.
Sin embargo, la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco), Luis Ayala, director general de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (MEM), y Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (AGEG) argumentan en que existe una especulación en el ámbito internacional de los precios de los derivados del petróleo.
Ayala estima que “lo que normalmente sucede es que la gasolina en el mercado internacional ya lleva tres o cuatro días subiendo”. En ese sentido refiere que el precio “no cambió porque haya cambiado el petróleo, sino que varió porque ya venía cambiando el precio de la gasolina y el diésel”.
DIFERENTES TENDENCIAS EN PRECIOS
En 2008 el precio del petróleo llegó a su punto más alto en la historia al alcanzar los US $148 por barril, aproximadamente. En ese entonces, los costos internos de los combustibles rozaban o incluso superaban a los precios actuales.
El tipo de cambio respecto del dólar era muy similar al de hoy en día. Sin embargo, el precio del petróleo ronda los US $ 91 en el presente y los precios de los combustibles son similares a los de ese entonces.
Para este caso, Ayala coincide con Meléndez en el sentido de que “no podemos comparar precios de petróleo con precios de gasolina en diferentes momentos porque son dos productos diferentes”. El crudo sube o baja “y no necesariamente el precio de la gasolina sigue la misma tendencia”, agregó, sobre todo porque en los últimos años las tendencias han sido diferentes.
ESPECULACIÓN INTERNA
La Diaco, el MEM y la AGEG sostienen que en el mercado nacional no habría especulación, solamente Ayala hace la salvedad de que existen tres departamentos del país que se consideran casos aislados porque “no marcan la misma tendencia que deberían de tener”. Estos son Alta Verapaz, Izabal y Santa Rosa, que no reflejan las mismas condiciones del mercado nacional; en esos departamentos se encuentran precios “muy superiores” a los que tiene el resto del mercado, aseguró.
No obstante, Carlos Martínez, del área socioeconómica del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), comentó que los costos del petróleo que se incrementan son precios a futuro, “precios de apuesta”, y que generalmente el producto se entrega en tres meses, que es el West Texas Intermediate (WTI).
En ese sentido, el experto destaca que el combustible que reciben las distribuidoras no es al precio que se cotiza el petróleo diariamente, “pero los precios internos –de los combustibles-, sí los establecen a ese precio especulativo de entrega futura”. Es decir, que existe relación directa del precio internacional del crudo y la fijación de precio a nivel de mercados locales, a criterio del experto.
Uno de los aspectos especulativos que el economista observa es que “las empresas que compran a nivel internacional no son muchas”. Incluso, derivado de ello, los precios en los países de Centroamérica serían similares, a excepción de Costa Rica que fija precios y Nicaragua, que tiene precios preferenciales de Venezuela, porque las empresas serían las mismas en cada país.
“El fenómeno es eminentemente especulativo, porque son las mismas empresas transnacionales las que realizan la importación a grandes contingentes”, aseveró Martínez.
ESTRUCTURA DEL PRECIO
Según Meléndez el precio de los combustibles está estructurado por el costo del producto, al que hay que sumarle importe de flete y seguros. Adicionalmente están los costos en las terminales portuarias, se agregan los impuestos y el margen que corresponde a las importadoras, distribuidoras y estaciones de servicio.
Hay dos tipos de servicios: autoservicio y servicio completo, entre los que existe variación de uno a otro. También inciden los precios de adquisición, porque no todas las estaciones de servicio adquieren el producto al mismo tiempo ni al mismo precio. Además, está el aspecto de los clientes y el volumen de venta de cada una de las estaciones.
Es en la ciudad Capital donde se presenta el mayor volumen de consumo, por lo que las estaciones también presentan más ingresos. “Este es un negocio que tiene márgenes –de ganancia- pequeños y que necesita altas rotaciones de venta”, señaló el empresario. Cuando las rotaciones de venta son bajas y no existe mayor consumo y hay gran cantidad de estaciones, provoca que el costo en las gasolineras sea “mucho más alto” e incide en el precio de consumo final, aseguró.
Rodolfo Sierra, de Gremial de Energía e Hidrocarburos de Guatemala, en una actividad con periodistas, dijo que son muchos los factores que determinan el precio del petróleo y sus derivados en el ámbito internacional. Entre estos se encuentra el equilibro que pueda existir entre oferta y demanda y la actividad económica de regiones y países. También indicen factores políticos, guerras o conflictos, capacidad de refinación, el clima, calidad del producto, así como el precio de las divisas en los mercados, capacidad de inventarios o almacenamiento, pero además la actividad financiera alrededor de compra y venta a futuros, los paper trading.
Por aparte, a nivel local hay factores que también inciden en el precio de los combustibles, entre estos impuestos, alguna especie de subsidios, capacidad de almacenamiento, complejidad de la logística de abastecimiento y optimización, diversidad y confiabilidad de las fuentes de suministro.
Parte del precio de consumo final actual está integrado por el Impuesto de Distribución de Petróleo, que es una cantidad fija de Q4.70 para gasolina superior, Q4.60 para gasolina regular y Q1.30 para el diésel. Habría que agregar el Impuesto al Valor Agregado, que varía de acuerdo al precio.
En ese sentido, Chinchilla comenta que el sentir de los consumidores es que también “se debe hacer una revisión de la tasa impositiva de los combustibles para ayudar a la economía familiar”.
ESTRUCTURA DE OFERTA
Rodolfo Sierra comentó que el 70 por ciento de los combustibles que consume el país se importa desde Estados Unidos, principalmente de refinerías ubicadas en la costa del Golfo de México. Además, explicó que el consumo diario de combustibles es de 3.1 millones de galones.
Según Meléndez, actualmente existen ocho empresas importadoras que tienen tanques de almacenamiento. También hay más de ocho importadoras que se catalogan como pequeñas. Además, algunas importadoras también tendrían cadenas de distribución. Las distribuidoras tendrían el precio de referencia que les dan las empresas importadoras.
NO INTERVIENE EN MERCADO
El MEM “no tiene facultades para regular el mercado ni el precio”, aseguró Ayala, y lo que se hace son verificaciones de tendencias entre el precio internacional y el que se refleja a nivel nacional. La principal función es informativa y solo en los casos donde definitivamente “se salen de la tangente y no reflejan las condiciones que la ley nos permite actuar”, que serían los casos de los departamentos citados, en los que ya se habría iniciado medidas administrativas para conocer las causas del porqué se tienen precios superiores.
Las acciones consisten en correr audiencias y mecanismos de defensa y si se determina infracción a la ley se impondría una multa de Q5 mil.
El Director de Conadeco estima que “debe existir protección del Estado tal como la Constitución reza”, pues el incremento de precios en los combustibles afecta a toda la población “y la más afectada es la mayoría”. Es por eso que “se debe buscar un mecanismo para aliviar un poco ese precio y que se protejan algunos bienes esenciales de la Canasta Básica para compensar esos incrementos”.
Chinchilla agregó que el rol de la Diaco es superado por los acontecimientos que se dan en perjuicio de los consumidores, debido, en primer lugar, a que su ley “caducó” en el año 2008 y aunque hubo compromiso del Estado para crear la Procuraduría de Defensa del Consumidor y Usuario de Guatemala y la Iniciativa de Ley que le daría vida, la 4305, ya fue aprobada en primera lectura, “realmente no hay voluntad” de lograrlo; según el experto, porque “a los grandes sectores poderosos les interesa mucho que la Diaco siga como está: sin dientes”.
No obstante, la falta de fuerza real que tendría esa entidad, se vería compensada si hicieran los estudios y se profundizara la investigación, con eso “podría hacer bastante”, aseguró el representante de Conadeco, pero actualmente “depende de un Ministerio que es juez y parte”, el de Economía, aseveró.
PRECIOS DEL PETRÓLEO
Carlos Martínez, del Ipnusac, comentó que durante el mes de julio de 2008, el precio del petróleo llegó a US $148.13 por barril. En el mercado nacional, la gasolina superior tuvo un precio de Q36.25. El tipo de cambio se situó en una banda de entre Q7.65 y Q7.80.
En estos últimos meses, el barril del WTI no ha rebasado los US $ 100, el tipo de cambio no ha pasado de Q8 por dólar. Los montos de almacenaje son fijos y el costo de transporte no se habría modificado en mayor medida en el ámbito internacional. Costos salariales no han variado significativamente. El precio de la gasolina Superior ha llegado casi a Q38.
En la actualidad, no hay efecto de tipo de cambio, los efectos de incremento salarial son mínimos y no hay efecto de costo de almacenaje. Eso conlleva a considerar que el efecto especulativo es en el plano internacional.
Mario Chinchilla
Coordinadora Nacional en Defensa de los Derechos del Consumidor de Guatemala