Las estadísticas oficiales son la base para la implementación de políticas públicas, útiles en el análisis sobre el impacto de proyectos y programas oficiales, y esenciales para redireccionar las estrategias de Gobierno, además de facilitar información importante que pueda derivar en la generación de nuevas oportunidades.
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Sin embargo, los esquemas estadísticos actuales dificultan la medición realista de importantes indicadores, de tal manera que las cifras económicas, demográficas y sociales dejan una amplia brecha para las dudas sobre su credibilidad y confiabilidad.
La función de hacer estadísticas públicas le corresponde en Guatemala al Instituto Nacional de Estadística (INE), una entidad adscrita a la institucionalidad del Ministerio de Economía, actualmente dirigida por Rubén Darío Narciso.
El funcionario explica que en una forma “muy global” existen tres fuentes de información que el INE utiliza para realizar sus mediciones. Una de estas son los registros administrativos que, por ejemplo, se usan para conocer el número de estudiantes matriculados en el nivel primario de un ciclo lectivo que tendría el Ministerio de Educación.
Otra fuente son las encuestas que pueden ser levantadas en hogares o en unidades económicas. Éstas pueden estar relacionadas con las condiciones de vida de la población, de empleo, ingreso y gastos, discapacidad, para el primer caso. Una encuesta agropecuaria para el segundo, en la que se consulta a grandes empresas y a pequeños productores.
El Banco de Guatemala (Banguat) también es una fuente de información primaria, que para hacer las Cuentas Nacionales, según el funcionario, sale al campo y consulta a empresas sobre su actividad económica y con eso genera “buena parte de información” para determinar el dato del Producto Interno Bruto.
No obstante, uno de los más importantes inconvenientes que tiene la población en general y los investigadores en particular, es cómo comprobar si las políticas públicas tienen el impacto que el gobierno estima.
Para el caso del empleo, puede verificarse en la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos; sin embargo, los periodos de gobierno no han encajado con el tiempo en que se realiza esa encuesta y tampoco existe un mecanismo u obligación por medio del cual, cada entidad pública o privada, deba reportar los empleos que genera o que elimina del mercado laboral.
El gobierno anterior inició en 2008 y asumió una meta de creación de plazas de trabajo. Hay información de ese rubro hasta en 2011, “pero no hay con qué compararla con respecto al inicio de gobierno”, afirmó el funcionario.
Se trabaja, según el Director, en la encuesta de 2012 que se publicará próximamente, y se espera en 2013 hacer esa misma encuesta en forma semestral. Si continúa con la periodicidad planteada, al final del gobierno “tendríamos información para contrastar lo sucedido en 2012 con 2015, que sería el último año de gobierno”, agregó.
Sin embargo, mientras las políticas se implementan, no se pueden comprobar los avances porque la información existente no puede homologarse y de esa cuenta hacer análisis adecuados desde el punto de vista técnico.
El Director del INE comentó que la línea base que se planifica es de importancia para contar con datos comparables en los próximos tres años de gobierno, para saber si existen avances importantes o no. La Encuesta Línea Base se pretende hacer también en 2013, 2014 y 2015.
Otro detalle que falta son las condiciones de cada departamento del país. Es muy difícil determinar con exactitud el estado social de los pobladores, en especial de los lugares más alejados de la capital, su escolaridad, nivel de ingresos, sus fuentes de alimentación, trabajo y salud.
Manfredo Marroquín, director de Acción Ciudadana, estima que Guatemala tiene un problema “muy grande” en el tema de construcción de estadísticas. Pues las existentes “tienen muchas debilidades” empezando con la frecuencia regular en el levantamiento de información. El censo, que según Marroquín es la estadística “más importante para un país”, sería un ejemplo de ello, pues ya tendría que haberse realizado.
El problema sería estructural en cuanto a levantamiento de información, a criterio del experto, y “esa carencia de información estadística” es la que se refleja en políticas públicas “que también son débiles”, porque se sustentan sobre “una base muy incompleta poco actualizada en el tema estadístico”, aseveró.
Para verificar el avance o logros de las políticas hace falta un sistema estadístico nacional, pues el INE es una entidad “con un presupuesto muy precario” y que siempre ha tenido planes de fortalecimiento, pero que no se han concretado en ningún gobierno, porque no se le da la relevancia del caso, agregó el Director de Acción Ciudadana.
Edgar Balsells, experto económico, comentó que los planes de gobierno, como los que tienen que ver con competitividad y productividad, “son bien generales” y “no parten de un diagnóstico adecuado y no tienen una línea basal”, y por eso sería difícil medir sus resultados.
En ese sentido, en el presupuesto del Estado para 2013 las políticas van a llevar medición por resultados, pero debe haber líneas de base, porque según el experto económico ese tema “está en pañales en el gobierno”.
Para el tema de la pobreza, existen estadísticas profesionales, que serían las de desarrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Guatemala, que tienen que ver con las Metas del Milenio y otros indicadores.
Sin embargo, Balsells considera que para la formulación de planes no habría esquemas de monitoreo adecuados como para el plan contra la desnutrición.
CREDIBILIDAD DEL INE
Aparte de la evaluación de políticas, se suele estimar a nivel general que las estadísticas oficiales carecen de credibilidad o que son cuestionables.
En ese sentido, hubo periodos en la historia del país en que efectivamente “la estadística no parece ser tan objetiva”. “No puede negarse” pues “ha sucedido”, afirmó Narciso, pero buena parte de esa situación se ha “debido a que (el INE) no tiene autonomía plena”, afirma. Aunque una normativa no garantiza independencia total, la autonomía contribuiría “un tanto más a la objetividad de la estadística”, aseveró.
Sin embargo, también en el pasado se han hecho estadísticas que han merecido premios internacionales por su calidad y objetividad, como la Encovi 2006, que es reconocida a nivel mundial por su calidad.
En este sentido coincide Edgar Balsells, pues según indicó, el “terrible” problema que hubo en el INE, es que “en el tiempo de Sandra de Colom” se nombró a Marciano Castillo como Director, que le bajó el nivel haciendo los censos de Mi Familia Progresa, los cuales requerían recursos importantes que le pedían a Finanzas. En ese periodo el Instituto “se vino abajo”, agregó.
Además, en los años 80 las estadísticas empezaron a perder fuerza porque le quitaron a la Secretaría de Planificación todo el poder técnico y recursos al INE, afirmó.
Para mayor credibilidad de las estadísticas oficiales es necesario un ente autónomo, según Narciso, que está contemplado en las leyes de transparencia que el gobierno envió al Congreso de la República, y cuyas modificaciones legales alcanzarían al INE para darle mayor independencia y, además, crearía la Superintendencia de Información Estadística y Geográfica.
El Director afirmó que el gobierno está consciente que “para contar con mayor confiabilidad del dato, sí se requiere contar con una entidad que sea autónoma desde el punto de vista legal”. Mientas eso sucede, el respaldo estaría en el acompañamiento de instituciones internacionales.
¿ESTADÍSTICAS CONFIABLES?
Para garantizar la confiabilidad de las estadísticas, aunque Narciso reconoce que “aún hace falta mucho por realizar”, se hace a través de respaldo internacional. En la actualidad se levanta la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos y se tiene el acompañamiento de la Organización Internacional del Trabajo, que según el funcionario, forma parte de todo el proceso y son ellos quienes como personas externas velan por la calidad.
Aunque en algunos casos no se ha hecho este procedimiento, “la intención que tiene el gobierno como política es apuntarle a la calidad de la información y se está trabajando en que entidades internacionales tengan conocimiento e intervengan en el mejoramiento técnico y metodológico de las encuestas”, apuntó Narciso.
Una de las encuestas que estaría por iniciar sería la de Línea Base para el Pacto Hambre Cero, con el acompañamiento de un instituto de investigación con sede en Washington que tiene experiencia a nivel mundial en este tipo de estadísticas, que vendría trabajando con el INE desde hace cinco meses.
Otra fuente de verificación de calidad en la que se trabaja, comentó Narciso, “para ser más transparentes en la generación de información” y que se hace en otros países, es colocar en la página Web del INE los formularios, microdatos y metodologías, específicamente la sintaxis de verificación de indicadores en programas de software, para que sean replicables por usuarios con conocimiento técnico adecuado.
RECURSOS
El proyecto de presupuesto 2013 contempla recursos para hacer las estadísticas para el Pacto Hambre Cero. Sin embargo, dada la magnitud de la tarea que debe hacer el INE, que implica monitorear toda la política pública, debería haber una frecuencia mayor en las encuestas, pues también se requeriría mayor información de empleo, pobreza y de ambiente y generar un sistema ágil que permita una rápida y efectiva alimentación, aumentando la confiabilidad de la información.
Narciso destacó que “la información que se requeriría para contar con datos para evaluar la política pública en este momento excede la capacidad del Instituto para tener indicadores confiables, veraces y oportunos”.
Sin embargo, dejando lo ideal por un lado y partiendo de lo posible, el funcionario explicó que en este momento se prioriza el tema medición de generación de empleo por medio de encuestas y el del ataque a la desnutrición a través de la Línea Base.
En el tema de recursos, Balsells dijo que el INE debería tener mucho más apoyo para que sea un Instituto de medición de resultados de política pública.
INFORMACION DISPERSA
Gran parte de la información que el gobierno utiliza para implementar sus políticas es elaborada de forma dispersa por varias entidades.
El secretario de Planificación y Programación de la Presidencia, Fernando Carrera, destacó que en Guatemala “las únicas estadísticas de impacto sistemáticas que se producen son las que tienen que ver con la situación macroeconómica”, porque se hacen de forma mensual como la encuesta de inflación y otras de forma trimestral que elabora el Banguat, que evalúan la situación del Producto Interno Bruto.
Después habría “una batería de estadísticas institucionales”, que son los datos que recogen las instituciones de acuerdo a sus intervenciones. Es el caso de Finanzas Públicas, que produce el dato en el momento que las instituciones reportan lo que ejecutan.
Las estadísticas de impacto que no se calculan periódicamente son las del campo social. En el caso de la desnutrición, uso de métodos anticonceptivos, etc., según Carrera se calculan cada cinco años. Cómo gastan los guatemaltecos su dinero, se conoce cada tres años, aproximadamente.
En este momento, “la ley no establece qué exactamente tiene que realizar el INE”, afirmó Narciso, pues solo le asigna la obligación de hacer censos económicos y otro tipo de encuestas. Lo que sí establece y que no se lleva a la práctica, pero según el Director se trabaja en ello, “es que debe tener control y vigilancia sobre todas las entidades que generen estadísticas”.
Es decir, que las otras entidades que realizan estadísticas, ya sea porque cuentan con más recursos o mejores expertises, “el INE debe supervisar la forma en que lo llevan a cabo en cuanto a metodología y estándares que se deben cumplir”. Es la función que la Ley le asigna al INE como rector del sistema estadístico nacional, resaltó el funcionario.
Marroquín estima que las estadísticas deberían estar centralizadas en un ente fortalecido, diferente a como el INE es hoy, pues “las evaluaciones de políticas es un tema especializado” y cada institución no podría estar construyendo algo serio para evaluar, “es muy difícil hacerlo así”, señaló.
Según Balsells, previo al gobierno anterior, hubo una serie de propuestas para que incluso sea el INE el que produzca las Cuentas Nacionales que actualmente elabora el Banco de Guatemala y de esa cuenta emular al INE de México.
¿Y SOBRE EMPLEO?
“Guatemala no hace encuestas de empleo”, afirmó el Segeplan, pues los datos actuales “son aproximados de encuestas parciales de carácter urbano”. Sin embargo, para llenar ese vacío, a partir del próximo año se le asigna al INE la tarea de realizar una encuesta de empleo cada cuatro meses, aproximadamente, porque “tradicionalmente no hemos tenido estadísticas de empleo en el país”.
En ese sentido, “tenemos un vacío de información permanente”, aseveró Carrera, pues en Estados Unidos la encuesta de empleo es mensual y en Guatemala también debería saberse mensualmente cómo está variando el empleo así como mensualmente se sabe cómo varían los precios, aseguró.
“Esos dos datos -empleo e inflación- son básicos para el cálculo de la política monetaria”, aseguró el encargado de Planificación, “pero como en Guatemala no hacemos política monetaria en serio solo se saca la inflación”, aseveró.
En ese sentido, dijo que la política monetaria “en serio” calcula la estabilidad de precios a partir de cierto nivel de empleo. En Guatemala solo se calcula la inflación y “no le importa al Banguat si hay empleo o no en la economía”, resaltó el Secretario.
“Eso es falta de seriedad en la política monetaria” y “se sigue haciendo política monetaria sin pensar en el empleo”, señaló Carrera, que “es una cuestión muy importante para un país donde hay tantísimo desempleo como en Guatemala”.
Para este caso, Balsells agregó que también el Ministerio de Trabajo “ha perdido mucha fuerza”, pues anteriormente tenía un departamento de estadística de empleo pero ahora “es más que todo un Ministerio de inspección de trabajo”, mientras debería ser la cartera más importante del gobierno.
Incluso, “al Banco de Guatemala también lo han reducido a una visión estrechísima de metas de inflación”, pero en Estados Unidos, por ejemplo, la Reserva Federal está esperando esa información de empleo para orientar su política monetaria, adicionó el experto.
“MUCHA INFORMACIÓN”
Rubén Darío Narciso, directo del INE, dijo que “hay mucha más información de la que la gente conoce”, por lo cual se estarían haciendo esfuerzos para que se coloque en el sitio Web del INE a manera de que sea “amigable” para quienes la consultan.
Sin embargo, la dificultad momentánea estaría en que la información no está centralizada y se dificulta la labor de instalarla en una plataforma electrónica.
Serían más de 20 unidades del INE las que tendrían ese tipo de información, por lo que se estaría trabajando en ello para que la población la conozca.
SEGEPLAN
CARRERA
Según Fernando Carrera, titular de Segeplan, la forma actual de evaluación de avances de las políticas públicas es por medio de estadísticas institucionales; es decir, ir de entidad en entidad para conocer lo que reportan. Si se quiere conocer cuántos beneficiarios hay en determinado programa social, se consulta al Ministerio del Desarrollo Social.
“Si el Mides quiere saber qué tan exitosos han sido sus programas, tiene que llevar a cabo sus propias encuestas”, dijo Carrera.
En Segeplan se hacen cálculos de tendencias de mediano y largo plazo a partir de estadísticas de impacto, y el monitoreo de programas depende de las estadísticas institucionales, con la excepción de estadísticas económicas.
OIM
MIGRANTES
La Organización Internacional para las Migraciones todos los años hace una encuesta que documenta el estado y situación de nuestros migrantes. Recaban información del lugar de origen de estos, del lugar en dónde residen en Estados Unidos, cuántos hombres y mujeres son lo que migran, el promedio de familiares en Guatemala, cantidad de remesas enviadas, bancos que utilizan y destinos que le dan al dinero.
Rubén Darío Narciso
Director – INE