La entrega de los Emmy el domingo fue la primera gran alfombra roja de la temporada, y fue una larga pasarela, con un arcoíris de vestidos de gala brillantes, tacones enormes, bolsas de mano vistosas en las que sólo cabía un lápiz labial, y millones de dólares en joyas.
No cambió lo que la mayoría de las mujeres se pone, pero hizo concluir a muchos que la actitud es una nueva clave de estilo. Se trata del glamur relajado y alegre que las celebridades suelen proyectar lo que le da a la costa oeste de Estados Unidos su celebridad para la moda.
La entrega de los Emmy coincide con las semanas de la moda en Milán y París, que en teoría es donde los diseñadores, los compradores industriales, los editores y los estilistas eligen los modelos obligatorios para la primavera, después de ver las propuestas de Nueva York y Londres. Pero a las estrellas y sus vecinos en Los Ángeles no les gusta que les digan lo que tienen que usar porque esté o no de moda. Y además les sale bien agregar su propio toque.
«Las mujeres de Los Ángeles son excelentes para tomar las nuevas tendencias, interpretarlas y adecuarlas a su estilo personal», dijo la estilista de celebridades Jennifer Rade, quien trabaja para Angelina Jolie y Jada Pinkett Smith, entre otras clientas. «El estilo de Los Ángeles se trata de la autoexpresión».
Monique Lhuillier, una de las pocas diseñadoras con estudio en California que se presentó en la Semana de la Moda de Nueva York, está de acuerdo en que hay más posibilidades de cambiar un modelo si lo usas en Los Ángeles. «Se siente que… las mujeres no quieren ser tan perfectas o recatadas», dijo.
Una pieza de pasarela suele quedar irreconocible cuando llega a la alfombra roja de una premiación, en general porque se verá menos seria y más cercana, dijo Lhuillier. El maquillaje suele ser más natural, el cabello es más informal y los accesorios suelen ser más llamativos. Quizá es la imagen con la que más consumidores se sienten relacionados.
Por ejemplo, según varios expertos, el vestido rojo encendido y champán de Lhuillier que usó Ginnifer Goodwin fue una de las galas de este año que dejó una impresión duradera.
Así es como comienzan y como se mantienen las tendencias.
«La gente quiere ver lo que usan las celebridades», dijo Rade, vocera de las tiendas T.J. Maxx y Marshalls, quien ha visto a compradores con páginas de revistas buscando vestidos para igualar a las estrellas.
Las celebridades suelen ser vistas como personas de verdad, más que las modelos, y se les fotografía en casa, en el trabajo e incluso en el supermercado, con todo tipo de ropa, así que hay algo «que se puede vivir» de su closet, dijo Joe Zee, director creativo de la revista Elle, que ha pasado los últimos meses viajando de un lado de Estados Unidos a otro para grabar el programa «All on the Line» de Sundance Channel.
Zee agregó que ha visto muchas mujeres importantes en Los Ángeles en reuniones de negocios con camisetas de algodón, una chaqueta de piel y sandalias sin tacón, mientras que en Nueva York seguramente tendrían que usar un traje.
En el caso de las celebridades la ropa es una forma de contar sus historias cambiantes, dijo Zee, mientras que las mujeres al otro lado del país, en la costa este suelen tener acentos individuales de gran impacto.