Un tribunal en Jerusalén impuso hoy al ex primer ministro Ehud Olmert una multa y una sentencia suspendida de un año por su papel en un caso de corrupción que le había costado el cargo, una sanción relativamente leve que podría permitirle regresar a la política.
Olmert, que enfrentó la posibilidad de purgar prisión o cumplir servicios comunitarios, pagará sólo una multa equivalente a 18 mil dólares.
Como evitó las sanciones más severas, el ex primer ministro puede postularse al parlamento, aunque está inhabilitado para ocupar cargos en el gabinete mientras se resuelve otro juicio en su contra por corrupción.
El político, de 66 años, no ha indicado si aspira de nuevo a algún cargo de elección popular, aunque sus colaboradores aseguran que lo está considerando.
En los próximos meses, Olmert atenderá un juicio separado por su presunta implicación en un caso de sobornos en bienes raíces en Jerusalén.
Sin embargo, la sentencia del lunes constituye una victoria clara para el ex primer ministro. «Me retiro de este lugar con la cabeza en alto», dijo Olmert a la prensa.
Olmert dejó el cargo de primer ministro hace casi cuatro años por su implicación en un escándalo en el que se le acusaba de aceptar sobres llenos de dinero de un simpatizante político estadounidense y cobrar a partidarios por viajes al exterior.
Sin embargo, en julio, la corte lo absolvió de esas graves acusaciones y lo declaró culpable sólo del cargo menor de abuso de confianza por ayudar a la concesión de contratos del gobierno a amigos.
En su decisión del lunes, el tribunal reprendió a Olmert por sus infracciones. «Hubo un claro conflicto de intereses», dijo el juez. «Hubo abuso de confianza y debemos reaccionar ante el mismo en los términos más severos», agregó.