El jefe de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), reconoció ayer que hay preocupación por la orden de expulsar a sus miembros de los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), pero afirmó que la organización seguirá enfocada en apoyar a grupos de la sociedad civil no a causas políticas.

«Estamos muy concentrados en apoyar a grupos independientes de la sociedad civil», dijo Rajiv Shah.

En junio, la ALBA emitió la orden de que sus miembros expulsaran a los representantes de USAID. El bloque regional ha acusado a la USAID de interferir en política interna y de financiar a organizaciones con el propósito de desestabilizar a gobiernos legítimos.

«Incluso los entrenamientos que hacemos para estos grupos están abiertos para cualquier socio», dijo Shah. «Por ley, no nos enfocamos exclusivamente en una parte sobre otra».

Shah consideró que un logro importante en América Latina ha sido la ayuda a que los países emprendan la transición, de ser receptores de ayuda a constituirse como donantes, a medida que la región sigue creciendo. Esa estrategia incluye el reforzamiento de alianzas con el sector privado y con instituciones locales, así como el enfoque sostenido en la seguridad en lugares como América Central y el Caribe.

«Es el tipo de papel que nosotros mismos desempeñamos en la región», señaló. «Trabajamos con socios que quieren aportar innovación».