Un brote del virus de ébola ha matado a 31 personas en el noreste del Congo, con lo que la cifra de víctimas de hace una semana se duplicó con creces, informó hoy la Organización Mundial de la Salud.
Ha habido 69 casos en total, incluso nueve confirmados por un laboratorio, especificó la agencia de las Naciones Unidas.
El virus del ébola no tiene cura y es mortífero en un 40% a 90% de los casos. La enfermedad causa graves hemorragias internas.
«La situación es grave», dijo Fadela Chaib, una portavoz de la agencia con sede en Ginebra.
La vocera dijo que era inusual que la primera persona infectada fuese un trabajador de la salud. Normalmente alguien que trabaja afuera es el primer infectado, como ha sido el caso en las ocho epidemias anteriores del ébola en el Congo desde el primer hallazgo en 1976. Es el primer brote en el territorio Haut-Uele en el noreste del país.
Las autoridades dijeron la semana pasada que 15 personas murieron en el noreste congoleño, donde la tradición de lavar y exhibir los cadáveres antes del funeral propaga la epidemia. La tradición tiene por objeto demostrar amor y respeto por el fallecido, pero la práctica también pone en contacto a la gente con las víctimas del mortífero virus.
El grupo Médicos sin Fronteras, junto con la OMS y el ministerio de salud del Congo, han llevado a cabo campañas educativas en el área para advertir a la gente sobre los riesgos vinculados con esta práctica.
Médicos sin Fronteras también opera dos centros de cuarentena en Isiro y Viadana, y la ONU ha exhortado a establecer un fondo de dos millones de dólares para combatir la epidemia.