Luego de las eliminaciones de los Phoenix Suns y los Dallas Mavericks, esta última sorpresiva, todo parece indicar que la final de la NBA será entre San Antonio Spurs (Oeste) y Detroit Pistons (Este), dos equipos que lucen cómodos en sus respectivas finales de Conferencias.
Tras dos triunfos, los Spurs viajarán ahora a Utah para encarar el sábado el tercer juego contra los Jazz, en tanto los Pistons lo harán este jueves en tierra de los Cavaliers de Cleveland.
La víspera, San Antonio volvió a verse inmenso en el tabloncillo y con otra lección de baloncesto sometió a los sorprendentes Jazz, al vencerlos 105-96, para poner el tope -al mejor de siete juegos- 2-0 a su favor.
En el primer partido, las ’espuelas’ también salieron por la puerta ancha 108-100, y aunque en ambos casos el marcador no ha reflejado un accionar arrollador, en ningún momento los Spurs han visto comprometida la victoria.
Como siempre, en los dos encuentros, los del equipo texano sacaron mucho provecho a su ’troika’ de lujo compuesta por el centro Tim Duncan, el argentino ’Manu’ Ginóbili y el armador francés Tony Parker, así como aportes importantes en momentos decisivos de los veteranos Michael Finley y Bruce Bowen, además del también ríoplatense Fabricio Oberto.
Las puntas de lanzas han sido Duncan y el siempre efectivo Ginóbili, junto con el propio Finley, destinados por la dirección del equipo para recibir el balón en momentos cruciales del juego.
Duncan, a pesar de haber lucir apagado en el último cuarto del segundo desafío, lleva acumulados en los dos encuentros la friolera 53 puntos y 24 rebotes.
Por su parte, Ginóbili tiene 40 tantos en su cuenta personal, mientras que Finley y Bowen han sido baluartes ofensivos en el último parcial con varios disparos de tres puntos.
Los Spurs no deberían tener problemas para avanzar a la gran final después de liquidar a los sorprendentes Jazz, quienes eliminaron a los Warriors, que a su vez dejaron en el camino a uno de los máximos favoritos: los Dallas Mavericks.
Por su parte, los Pistons han encontrado mucho más resistencia en el Este en sus oponentes, a los que vencieron en el primer desafío en forma por demás reñida 79-76.
Los chicos de la ’Ciudad Automotriz’ tienen un palmarés mucho más rico que los Cavs, pues llevan cinco temporadas consecutivas visitando los playoffs, mientras que los de Cleveland avanzaron a la final del circuito por primera vez desde 1992.
El equipo de Detroit, uno de los mejores conjuntos defensivos de la Liga, luce más compacto con Richard Hamilton, Chauncey Billups y Tayshaun Prince, además de su alero fuerte Rasheed Wallace, un cuarteto muy acoplado y con mucho camino andado en la NBA.
En tanto, los Cavaliers afincan sus esperanzas en el astro LeBron James, quien en el primer desafío estuvo casi apagado al ser muy controlado, por lo que ha recibido algunas críticas, sobre todo por una polémica jugada en los últimos segundos del último cuarto.
La decisión tomada por LeBron en los últimos segundos del partido de pasar el balón a Donyell Marshall en vez de seguir al aro con el camino libre es el tema del momento.
Marshall hizo después un disparo que hubiera puesto a Cleveland al frente, pero falló cuando al reloj no le quedaba ya tiempo.
El técnico de Cleveland, Mike Brown, llegó a la conclusión de que LeBron hizo lo correcto ya que Marshall estaba desmarcado.
Empero, otros especialistas, como el ex jugador Charles Barkley, analista ahora del canal TNT, lo han criticado fuertemente.
«Le pasó dos veces a Zydrunas (Ilgauska), le pasó a Larry (Hughes) y le pasó a Marshall en momentos difíciles. Si soy el mejor jugador en la cancha, tengo que tirar al aro», subrayó en su análisis Barkley.