¿Qué tan eficiente es la formación que está ofreciendo la academia de la PNC?, ¿Qué clase de policías se gradúan al completar los estudios?, ¿Saben los PNC que como agentes del Estado deben respetar los derechos humanos? ¿Qué hace el Ministerio de Gobernación para profesionalizar a la institución policial?
¿Acaso los PNC represivos, intolerantes, abusivos e irrespetuosos no son egresados de la academia?, ¿De qué sirven los millones de dinero que la cooperación internacional invierte en profesionalizar a la PNC, si algunos siguen usando la fuerza bruta y los métodos represivos del pasado? En Guatemala seguimos teniendo un cuerpo policial represivo, abusivo y violador de derechos humanos.
Los cuestionamientos anteriores y muchos más que se podría plantear, son a propósito de otro lamentable hecho que vuelvo a repudiar, y que son responsables elementos de la PNC, quienes fueron actores de abuso y concretamente, violación a derechos humanos civiles y políticos; tales como las libertades de información y expresión, además, los artículos 2, 3, 9, 19 y 29 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros tantos de la Constitución Política de la República. Los pésimos agentes que actuaron de esa manera, también desconocen las normas y principios del Código de conducta para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, aprobado por la Organización de las Naciones Unidas ONU, que deben observar todos los funcionarios públicos, en tanto agentes del Estado obligados a cumplir la ley. ¿Acaso algunos PNC son tan ignorantes y por eso actúan como energúmenos?
Los hechos a los que me refiero, según el agraviado, profesor CARLOS ENRIQUE GÓMEZ RUÍZ, sucedieron la semana pasada, el 21 de agosto, en la 11 calle y 10ª. avenida, zona uno, en presencia de muchas personas, entre ellas, un profesional del derecho, quien también presenció lo que ocurrió ese día. Según Gómez Ruíz, agentes de la PNC lo detuvieron ilegalmente, maltratado y agredido en su dignidad, además de violar derechos humanos y libertades fundamentales. La denuncia ya fue presentada ante el Ministerio Público, para que se investigue los hechos y deduzcan responsabilidades. Sostiene Gómez Ruíz, que ese día fue testigo de un operativo de la PNC dirigido contra un grupo de estudiantes de secundaria, a quienes tenían detenidos contra de la pared, sometidos a maltrato, abuso de fuerza y autoridad. Ejerciendo sus derechos y libertades de ciudadano, con su teléfono celular dispuso grabar la escena en la que los PNC maltrataban a los estudiantes; pero no logró su intento, debido a que fue capturado por agentes de la PNC, le colocaron grilletes, recibió amenazas a su integridad personal, agresiones verbales y físicas, retuvieron su cédula, decomisaron su teléfono y borraron los pocos segundos que había logrado grabar. Después que el citado Abogado habló durante varios minutos con el Oficial y agentes PNC, fue dejado en libertad.
Un fragmento del relato de la denuncia dice: “Mientras me mantenían detenido más personas se reunieron y gritaban, “¡suéltenlo él es maestro, él es maestro!”, un policía me increpo, usted está siendo investigado, usted es el maestro que está incitando, instigando a los estudiantes normalistas, lo llevamos, si opone resistencia lo llevamos a la fuerza, lo subimos a trancazos, a lo cual yo le conteste, cumpla con su deber, si esa es su obligación y me aventaron.”
¿Hasta cuándo van a corregir su conducta abusiva y autoritaria los PNC? He señalado en otras ocasiones (La Hora 16 diciembre 2011), que ese tipo de comportamiento es violatorio de derechos humanos y de los consagrados en la Constitución Política de la República. Seguiré con atención el resultado de esta denuncia.