El Banco Central de Brasil redujo la tasa referencial de interés Selic a 7,5%, el nivel más bajo de la historia, en un nuevo esfuerzo por estimular la economía en tiempos de crisis global.
La medida adoptada anoche fue bienvenida por la comunidad empresarial, aunque dirigentes del sector descartan que se pueda alcanzar el crecimiento económico esperado para este año.
El Comité de Política Monetaria del Banco Central aprobó el recorte de 0,5 puntos porcentuales en una votación unánime de sus ocho integrantes, seis semanas después de haber reducido la tasa Selic a 8%, que también fue el nivel más bajo de la historia.
«Considerando los efectos acumulados y desfasados de las acciones de política ejecutadas hasta el momento, que en parte se reflejan en la recuperación en curso de la actividad económica, el Copom (Comité de Política Monetaria) considera que si el escenario futuro requiere un ajuste adicional en las condiciones monetarias, ese movimiento debe ser conducido con máxima parsimonia», señaló un escueto comunicado del comité.
Con ello dejó abierta la posibilidad de un nuevo corte en la tasa Selic en su próxima reunión, programada para octubre, aunque aclaró que sería una reducción más moderada. La decisión de esta semana fue la novena vez consecutiva que el comité redujo la tasa Selic.
El presidente de la Federación de la Industria de Sao Paulo, Paulo Skaff, consideró positivos los recortes en los intereses pero alertó que la baja ha sido muy lenta para que los efectos se sientan este año en un repunte de la actividad económica.
«Reconocemos la importancia de la novena baja consecutiva de la tasa Selic en un año, pero ya estamos en el segundo semestre y los efectos de la demora en reducir los intereses más rápidamente están tocando nuestra puerta. La previsión de la Fiesp (Federación de la Industria de Sao Paulo) es que (la economía) crecerá solo 1,4% en 2012», señaló Skaff en una declaración. «O sea, el año prácticamente está perdido», agregó.
En el mismo sentido, la Confederación Nacional de la Industria destacó en un comunicado que la decisión del Comité de Política Monetaria fue acertada pero que «la economía brasileña aún no consiguió retomar el ritmo de crecimiento y las previsiones son de que los efectos de la desaceleración se prolonguen más allá de lo inicialmente esperado».
Coincidió con el Skaff en proyectar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 2012 inferior a 2%, cuando el gobierno había anticipado una expansión superior al 2,7% registrado en 2011.
La economía brasileña creció un magro 0,2% en el primer trimestre de este año. Las cifras del segundo trimestre serán dadas a conocer mañana.
Ayer, el gobierno prolongó un paquete de estímulos económicos que incluyen reducciones de impuestos para productos industrializados, incluyendo automóviles y electrodomésticos, y una línea de créditos con condiciones favorables para la compra de bienes de capital y camiones.