La fuerza parlamentaria naranja se divide en cinco fracciones


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Las diferencias a lo interno de la bancada del gobernante Partido Patriota causan grietas en la agrupación, al punto que algunos diputados dentro de ese partido vislumbran un fraccionamiento que podría dar paso a la creación de un nuevo bloque parlamentario en el mediano plazo; la lucha interna por el poder podría pasarle la factura a la principal fuerza política en el Congreso.

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POR ANA GONZÁLEZ
agonzalez@lahora.com.gt

Aunque los diputados patriotas lo niegan frente a los micrófonos, fuera de grabación confiesan que la fugaz racha de armonía dentro de la bancada oficialista parece haber concluido en estos siete meses de legislatura, como se evidencia con la falta de apoyo de algunos proyectos que surgen desde el mismo partido.

“No tienen disciplina partidaria; la bancada se constituye a partir de aliados y recién llegados, que son las fracciones que en alguna medida están afectando la gobernabilidad interna”, comenta Christians Castillo, analista político del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Usac).

 “Esto ha generado mucha presión en la disciplina interna y se proyecta en la gobernabilidad y su relación con otras bancadas”, interpreta Castillo.

De esa cuenta, algunos congresistas reconocen en voz baja que se libra una lucha de liderazgos, que ha provocado la conformación de cinco subgrupos: Uno encabezado por diputados afines a Alejandro Sinibaldi, otro liderado por Roxana Baldetti –que cuenta con 25 diputados, pero la mayoría inexpertos en materia legislativa–, otro integrado por exeferregistas –con intereses comunes y sin un líder definido–, un grupo más conformado por diputados que no tienen una línea definida –se habla de 12–, y un quinto grupo, leal al actual Presidente del Congreso.

Según el escenario que vislumbran los mismos diputados, la división parlamentaria provocará la creación de un nuevo bloque legislativo, lo cual cobraría mayor fuerza hasta el próximo año.

Los diputados que hablaron, pidiendo omitir su nombre, coinciden en que no se ha definido quiénes buscarán la Presidencia del Legislativo el próximo año dentro del partido, pero prevén que ese evento será un pulso entre los cinco subgrupos. De momento se menciona que Rivera podría buscar la reelección, pero Iván Arévalo también figura, al igual que Valentín Gramajo y Arístides Crespo.

Se habla también que algunos grupos, dirigidos por los afines a Sinibaldi, unificarán fuerzas para hacerle frente al grupo de Baldetti –que consideran antagónico–, conformado en su mayoría por diputados distritales, quienes por su inexperiencia parlamentaria no tienen buenas relaciones con el resto de agrupaciones.

Pese a esto, varios diputados oficialistas insisten que no existe tal división. Uno de ellos es el Presidente del Congreso, Gudy Rivera: “No tenemos divisiones ni grupos; como cualquier bancada grande existen inconformidades, pero es como cualquier agrupación y creo que no es para tanto como para que existan distintas corrientes”.

Esa misma postura compartió el jefe de bancada, Valentín Gramajo, quien declaró que en “cualquier institución hay diferencias de puntos de vista, pero no tenemos una diferencia tan grande que provoque que la bancada se fraccione”.

Castillo considera que son evidentes las distintas corrientes dentro del mismo partido, y de esa manera ejemplificó el caso del grupo de los exeferregistas, que llegaron a la bancada y tienen la capacidad de movilizar fuerzas políticas internas, los aliados, que no son necesariamente del partido sino son financistas que responden a intereses empresariales.

Para el analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), José Carlos Sanabria, este fraccionamiento afectará la agenda en el Congreso. “En términos generales provocaría una dificultad para lograr acuerdos en la agenda”.

“También va a dificultar la aprobación de leyes que el Ejecutivo intentará impulsar. En términos de partidos políticos, estaríamos ante el fraccionamiento del sistema de partidos políticos, el transfuguismo aumentaría y veríamos un Congreso más fragmentado”, señala.

EL INICIO

Luego de una jornada electoral poco fructífera en el 2007, el Partido Patriota triunfó en el 2011 y así alcanzó este año el control del Gobierno, pero su éxito en las urnas también le permitió a la fuerza naranja ocupar 63 curules en el Congreso, convirtiéndose en la mayor fuerza legislativa.

Si bien no es una aplanadora, se trató inicialmente de una bancada numerosa con la capacidad de impulsar sus propios proyectos legislativos sin complicaciones y ser determinantes en la agenda parlamentaria.

Muestra de ello fue la aprobación de varias leyes a pocas semanas de iniciada la legislatura. El consenso fue tal que los temas no requirieron mayor discusión y lograron el voto en el Pleno. La ley de actualización tributaria fue un ejemplo, ya que en menos de tres días se convirtió en decreto y la premura con la que fue aprobada pasó por alto varios errores que ahora se buscan enmendar a través de iniciativas que no logran avanzar.

La armonía también se puso en evidencia para no aprobar leyes, de tal suerte que las iniciativas de transparencia prometidas por el mismo Presidente se quedaron estancadas y sin apoyos suficientes de los propios “naranjas”.

LAS CONSECUENCIAS

Al momento, las fuerzas en el Congreso la conforman 16 grupos, lo que incluye a  los diputados independientes. Entre los bloques que en ocasiones siguen la misma línea del partido oficial están: Bloque independiente, conocidos como ‘las corbatas moradas’, lideradas por Roberto Alejos, la Gran Alianza Nacional y la Unión del Cambio Nacional.

En el Congreso, los diputados reclaman que el enfoque de la agenda se defina a lo interno de las agrupaciones y se deje de lado el desinterés que prevalece en los temas de nación. Muestra de ello es el paquete de transparencia, ejemplificó el Presidente de la Comisión encargada de ese tema, Amílcar Pop.

“Lamento que es tan evidente que el partido de gobierno no le dé importancia al tema de transparencia, que es una deuda al país. Hay desinterés de los problemas nacionales y únicamente hay interés en temas financieros, y ya estamos a pocos meses, de manera que veo difícil el cumplimiento de una agenda responsable” critica.

Varios entrevistados coinciden que la actual legislatura no le apostó a una agenda de país, de modo que los problemas internos de la bancada oficial vienen a complicar aún más el panorama provocando que los  temas de  nación prevalezcan en segundo plano.

JEFE DE BANCADA
“Como en cualquier institución, hay diferencias de puntos de vista”

El diputado Valentín Gramajo, jefe de la bancada del Partido Patriota, asegura que los parlamentarios del bloque “naranja” mantienen una disciplina y una línea de trabajo encaminada en una sola ruta; califica como “rumores” las teorías sobre la existencia de varios subgrupos dentro de la agrupación oficial.

POR ANA GONZÁLEZ
agonzalez@lahora.com.gt

¿A raíz de las diferencias que existen en la agrupación se habla de la conformación de  distintos grupos?
Como en cualquier institución, hay diferencias de puntos de vista, pero no tenemos una diferencia tan grande que provoque que la bancada se fraccione. Hemos tenido reuniones con los diputados de forma permanente. A veces tardan un poco en ponerse de acuerdo, pero se puede observar en el Pleno que trabajamos en la misma línea.

¿Qué temas sensibles provocan esas diferencias?
A veces la velocidad con la que se les informa a los diputados, cómo se está trabajando por las estrategias que surgen en el Pleno, eso provoca diferencias.

¿Se habla de cinco grupos?
Los rumores no los trabajo, ya que no les presto atención. No hay cinco grupos, solo hay distinta opinión por ser una bancada grande. Estamos impulsando un plan de gobierno.

¿Ya definieron a quién postularán para la Presidencia del Congreso el próximo año?
Aún no hemos abordado el tema. Estamos metidos de lleno en la agenda legislativa. Mi continuidad como jefe de bancada dependerá de los diputados.

VISIÓN OPOSITORA
“Ninguno abandonará el barco”

Para algunos diputados de oposición, será difícil que algún oficialista abandone el barco. Así lo señaló el jefe de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Mario Taracena: “Para mí no hay divisiones; lo que hay son llantos, para que les hagan cariñitos; ellos van a protestar como que están incómodos y no están de acuerdo, pero lo que buscan es que les pongan atención”.

A partir de su experiencia como integrante de agrupaciones que hicieron gobierno y de 25 años de actividad parlamentaria, Taracena considera que las salidas se empezarán a ver dentro de un año  más o menos.

“Ahorita ningún diputado se va a mover; por experiencia propia le digo, el diputado que se mueva, a los cuates, ‘conectes’ se los despiden inmediatamente, por lo que tienen mucha presión para moverse ahorita; no es lógico abandonar el partido que está haciendo gobierno”.

El opositor de la Unidad Nacional de la Esperanza insiste en que los patriotas están tomando esas acciones para hacerse sentir, que el Ejecutivo les preste atención y les conceda lo que piden.

De ser así y de continuar las diferencias, no se descarta que la nueva fuerza pueda surgir hasta finales del próximo año.

“Esto ha generado mucha presión en la disciplina interna y se proyecta en la gobernabilidad y su relación con otras bancadas”.
Christians Castillo
IPNUSAC

PREVISIÓN
LA AGENDA QUE PREVALECERÁ

El partido oficial le apuesta al tema financiero, según varios diputados. Aunque ellos aseguran que buscan los temas de transparencia, la práctica dice lo contrario.

* Préstamos (Los últimos créditos alcanzan los $70 millones).

* Bonos del tesoro (Se habla de $3,500 millones los cuales en su mayoría se destinarían al pago de deuda del Ministerio de Comunicaciones).

* Presupuesto 2013 (Proyecto que buscará la aprobación de Q66, 951 millones).

* Ley electoral (la discusión consumirá varios meses).

Cifra: 63 diputados conforman el partido oficial.

Dato: 2001 fue creado el Partido Patriota.