Panorama sombrí­o para DD.HH.


Informe. Irene Khan encargada del informe de Amnistí­a Internacional.

Los derechos humanos están siendo violados en todo el mundo, desde Colombia al cuerno de ífrica, pasando por Irak, Estados Unidos, Rusia y Chechenia, denunció hoy Amnistí­a Internacional (AI), que destacó que los gobiernos «fomentan el miedo» para socavar esos derechos.


Los «gobiernos poderosos y los grupos armados están fomentando deliberadamente el miedo para erosionar» los derechos humanos, afirma el Informe 2007 de AI, que presenta un panorama sombrí­o de la situación de los derechos humanos en el mundo.

En una rueda de prensa en Londres para presentar el informe, la responsable de AI, Irene Khan, fustigó en particular «la guerra contra el terror» impulsada por Estados Unidos, advirtiendo que las polí­ticas utilizadas por Washington y otros gobiernos para «sembrar miedo» han creado «un mundo cada vez más peligroso».

El informe de 320 páginas demuestra que esas polí­ticas para sembrar miedo «están dividiendo el mundo y polarizándolo cada vez más», dijo la secretaria general de AI, que subrayó que la brecha entre musulmanes y no musulmanes se ha profundizado.

Esas polí­ticas «han alimentado el racismo y la xenofobia, dividiendo a las comunidades, intensificando las desigualdades y sembrando las semillas de más violencia y conflictos», indica el informe anual de de la organización que vela por el respeto de los derechos humanos en el mundo.

El documento, que pone de relieve también la trágica situación en Irak, demuestra «el precio terrible que paga la gente por el fracaso de sus lí­deres en respetar los derechos humanos», destacó Khan, subrayando el aumento de la tortura, del terror, de la violencia contra las mujeres y de la pena de muerte en el 2006.

«El mundo está tan polarizado ahora como en los peores tiempos de la guerra frí­a», insistió Khan al introducir el informe, resaltando que la polí­tica para sembrar temor genera «una espiral» en la que «ya ningún derecho es intocable y donde nadie está a salvo».

El campo de detención de Estados Unidos en la base de Guantánamo, en Cuba, fue fustigado en particular por la responsable de AI, que recordó que 400 detenidos de más de 30 paí­ses están detenidos en esa prisión, que calificó de «sí­mbolo público de la ’guerra contra el terror’».

Señalando «la globalización de los abusos de los derechos humanos» en 2006, la responsable de AI denunció en particular «el doble lenguaje de Estados Unidos», que desde los atentados de septiembre del 2001 «trata al mundo como un campo de batalla gigante de su guerra contra el terror».

Estados Unidos secuestra, detiene, recluye arbitrariamente y tortura, al amparo de su «guerra contra el terror», acusó Khan.

El informe de AI puso de relieve también la «impotencia» de la comunidad internacional y su falta de voluntad para resolver conflictos humanitarios, como el de Darfur.

«Darfur es una herida sangrante en la conciencia del mundo», afirmó AI, recalcando que la comunidad internacional se ha visto «demasiado a menudo impotente», o no ha mostrado «la suficiente voluntad», frente a las grandes crisis de derechos humanos registradas en el 2006.

Según ella, «nada prueba más claramente la pérdida de autoridad moral estadounidense que su fracaso en persuadir al gobierno de Sudán de que acepte tropas de la ONU» para contribuir a resolver la crisis, afirmó Khan.

AI denunció también la falta de voluntad de la comunidad internacional para actuar en «conflictos olvidados», como el de Colombia, Chechenia y Sri Lanka, y también en Oriente Medio, pese a que esa región acapara la atención internacional desde hace décadas.

«La ONU tardó semanas en reunir la voluntad suficiente para pedir un alto el fuego en el conflicto de Lí­bano, en el que perdieron la vida aproximadamente 1.200 civiles», subrayó AI.

AI denunció también la globalización de los abusos de derechos humanos, fustigando las transferencias efectuadas por Estados Unidos de sospechosos de una prisión secreta a otra por todo el mundo e impunemente, lo que llama «entregas extraordinarias».

«Nada ilustra mejor la globalización de las violaciones de derechos humanos que la guerra contra el terror encabezada por Estados Unidos y el programa estadounidense de entregas extraordinarias, en el que están implicados gobiernos de paí­ses tan distantes como Italia y Pakistán, Alemania y Kenia», denunció Khan.

AI llamó a que se pida rendir cuentas a altos responsables estadounidenses por los abusos infligidos a personas detenidas en el contexto de la «guerra contra el terror», como ha ocurrido en América Latina, donde varios ex gobernantes han debido rendir cuentas por violaciones de los derechos humanos.

«En agudo contraste con los avances registrados en Latinoamérica», donde se han presentado cargos contra siete ex gobernantes, «en Estados Unidos se sigue sin pedir responsabilidades a altos funcionarios por las torturas y malos tratos infligidos a personas detenidas en el contexto de la «guerra contra el terror», acusó Khan.

Y ello, «pese a que existen pruebas de que los abusos han sido sistemáticos», denunció la responsable de AI, que concluyó notando algunas «señales esperanzadoras», entre ellas el acuerdo obtenido en la ONU, gracias a la presión de la sociedad civil, para elaborar un tratado para controlar las armas convencionales.

Además, «las instituciones europeas han creado un impulso en favor de la transparencia y rendición de cuentas en cuanto a las ’entregas extraordinarias’», concluyó AI, que exhortó a los gobiernos del mundo que «rechacen la polí­tica del miedo e inviertan en instituciones de derechos humanos».