Grecia avanzó poco hoy en su intención de obtener más tiempo para implementar dolorosos recortes financieros al reunirse su primer ministro Antonis Samaras con la canciller alemana Angela Merkel.
Pero la gobernante alemana sí le ofreció cierto apoyo al agobiado país al manifestar que Berlín desea la permanencia de Grecia en la eurozona y no pretende apresurarse a tomar una decisión prematura sobre la situación de las reformas planteadas al gobierno griego.
En declaraciones hechas esta semana a medios de comunicación alemanes y franceses, Samaras argumentó que su país debería tener más tiempo, más allá del plazo que vence a mediados de 2014, para completar las reformas que le exigen con el fin de que pueda seguir recibiendo préstamos de rescate. Sin la ayuda, Grecia se vería obligada a una mora que sería caótica y podría ser forzada a dejar la eurozona.
Varios destacados líderes políticos de Alemania han expresado un profundo escepticismo sobre la posibilidad de otorgar nuevas concesiones a Grecia. Merkel y el presidente francés, Francois Hollande, al reunirse un día antes de que Samaras llegase a Berlín, consideran que el gobierno griego es directamente responsable del cumplimiento de sus promesas.
Atenas ha disminuido el paso y la eficacia en la instrumentación de éstas, y en consecuencia irritado a los acreedores, sobre todo a Alemania, que es la mayor contribuyente a los paquetes de rescate por 240.000 millones de euros (300.000 millones de dólares) para los griegos.
Grecia padeció varias semanas de disputas políticas que derivaron en la creación de un gobierno de coalición encabezado por Samaras, pero sin progresos en las reformas.
El gobierno griego podrá seguir teniendo acceso a los paquetes de rescate si la llamada «troika» de inspectores de la deuda de Grecia —la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional— presentan el mes próximo un informe favorable.
El flujo vital de fondos podría detenerse en caso de que la «troika» determine que Grecia ha incumplido las principales reformas económicas que son indispensables para los préstamos de rescate.
«Para recuperar la confianza, tenemos que cumplir las expectativas, y por esto he dejado en claro en las conversaciones que por supuesto esperamos de Grecia que los compromisos adoptados sean instrumentados, que los hechos correspondan a las palabras», enfatizó Merkel tras reunirse con Samaras.
«Pero el cumplimiento de expectativas también significa que Grecia puede esperar justamente de Alemania que no emitimos opiniones prematuras», dijo Merkel, y agregó que Berlín debe aguardar el informe de los inspectores de la deuda.
Merkel no se refirió a las esperanzas de Samaras de ganar más tiempo para llevar a cabo las reformas, algo que él reiteró en la conferencia de prensa conjunta del viernes, en la que enfatizó que estimular el crecimiento económico es prioritario.
«No queremos más ayuda, no pedimos más dinero; pero necesitamos tiempo para respirar. Grecia está dando un gran salto», señaló. No especificó qué tan largo podría ser ese «tiempo para respirar».
Samaras, que el sábado se reunirá con Hollande en París, instó a dejar de lado la versión de que Grecia abandonaría al euro.
«¿Puede haber algún empresario que invierta en este país (Grecia) si sabe que invertirá en euros y recibirá dracmas a cambio? No», puntualizó el primer ministro.