En un giro sorprendente, la cantidad de dióxido de carbono que libera Estados Unidos a la atmósfera se ha reducido drásticamente a un mínimo en 20 años.
El Gobierno dijo que se debe a que muchas plantas termoeléctricas han sustituido el contaminante carbón por gas natural, que además es más barato.
Muchos científicos no previeron el descenso principalmente porque ocurrió como resultado de fuerzas del mercado y no por alguna acción directa del gobierno para reducir el CO2, un gas de efecto invernadero que atrapa el calor en la atmósfera.
Michael Mann, director del Centro de Ciencias del Sistema Terráqueo en la Universidad de Penn State, dijo hoy que el cambio es para tener «optimismo cauteloso» sobre las potenciales formas de lidiar con el cambio climático. «Demuestra que, a fin de cuentas, las personas harán caso a sus billeteras» cuando se trate del calentamiento planetario.
«Lo que muestra esta lección es que si haces que la energía limpia sea más barata, desplazarás a las más sucias», dijo Roger Pielke hijo, experto en clima de la Universidad de Colorado.
La Agencia de Información de Energía, parte del Departamento de Energía, informó en agosto que las emisiones de CO2 en los primeros cuatro meses de este año bajaron a los niveles de 1992.
Aunque los esfuerzos de conservación ambiental, la alicaída economía y el mayor uso de fuentes renovables de energía ayudaron a bajar los niveles de CO2, la principal razón fue que el gas natural es más económico, dijo la agencia.
Tanto el Gobierno como expertos en el sector dijeron que la mayor sorpresa es lo rápido que la industria eléctrica dejó al carbón. En 2005, el carbón se utilizaba para producir casi la mitad de la energía en Estados Unidos. Para marzo de 2012, la cifra cayó a 34%, su nivel más bajo en 40 años, dijo la Agencia de Información de Energía.
La duda es si esta tendencia es sólo un punto brillante en una imagen sombría o una tendencia con gran potencial.
Según la Agencia Internacional de Energía, Estados Unidos redujo sus emisiones de CO2 más que cualquier otro país en los últimos seis años. En 2007 el país produjo unas 6.000 millones de toneladas métricas, mientras que las proyecciones para este año son de alrededor de 5.200 millones de toneladas y la cifra de 1990 fue de casi 5.000 millones.
En comparación, se estima que China emitió 9.000 millones de toneladas métricas en 2011, casi 29% del total mundial. Lo emitido por Estados Unidos fue de aproximadamente 16%.
Mann consideró «irónico» que el cambio de carbón a gas ayudara a Estados Unidos a cumplir algunos de los objetivos de gases de invernadero establecidos en 1997 por el tratado de Kioto contra el calentamiento planetario y que el gobierno estadounidense nunca ha ratificado.