Assange pide a Obama que acabe con la «cacería de brujas»


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El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, exhortó ayer al presidente estadounidense Barack Obama a que acabe con la «cacería de brujas» contra su cibersitio de filtración de secretos, al presentarse en público por primera vez desde que se refugió en la embajada de Ecuador en Londres hace dos meses.

Por DAVID STRINGER LONDRES / Agencia AP

Assange lleva dos años intentando evitar ser extraditado a Suecia, donde se le busca por denuncias de delitos sexuales contra dos mujeres.

En declaraciones leídas desde un balcón de la sede, rodeada por un cordón policial, Assange dijo a sus partidarios y a los medios de comunicación en el lugar que también le pide a Estados Unidos que libere al soldado norteamericano Bradley Manning, quien ha sido acusado de ayudar al enemigo al haberle transferido archivos secretos a WikiLeaks y que está por ser enjuiciado.

«Le pido al presidente Obama que haga lo correcto. Estados Unidos debe renunciar a su cacería de brujas contra WikiLeaks», dijo Assange.

«Estados Unidos debe disolver la investigación del FBI. Estados Unidos debe prometer que no va a tratar de enjuiciar a nuestro personal ni a nuestros seguidores», agregó.

El australiano de 41 años dijo que Washington, al tratar supuestamente de atacar a WikiLeaks, corre el riesgo de «arrastrarnos a todos a un mundo oscuro y represivo donde los periodistas vivan bajo el temor de la persecución».

Assange y sus partidarios afirman que el caso sueco no es más que el primer paso de un complot orquestado por Washington para llevarlo a juicio en Estados Unidos debido a su trabajo con WikiLeaks. Tanto las autoridades suecas como las mujeres involucradas lo niegan.

La Casa Blanca se negó a hacer declaraciones el domingo al respecto, pero el sábado indicó que el destino de Assange depende de Suecia, Gran Bretaña y Ecuador.

Las autoridades ecuatorianas le concedieron asilo el jueves a Assange, después que el 19 de junio se refugió en la sede diplomática del país latinoamericano. Assange ganó notoriedad internacional en 2010 cuando su página en internet WikiLeaks comenzó a publicar su gran archivo de documentos secretos de Estados Unidos que incluían 250.000 mensajes de embajadas estadounidenses que algunas veces informaban embarazosos temas de uso privado.

Assange agradeció el domingo al presidente ecuatoriano Rafael Correa por el «valor que ha mostrado» al concederle el asilo el jueves. También afirmó haber recibido el apoyo de otros países de América Latina, entre ellos Brasil, Colombia, Chile, México y Argentina. De esos cinco, sin embargo, sólo Argentina ha apoyado la decisión ecuatoriana de otorgarle asilo.

Gran Bretaña no puede detener a Assange mientras permanezca dentro de la embajada, pero no le dará un salvoconducto para que viaje a Ecuador. El gobierno del primer ministro David Cameron insiste en que si el fundador de Wikileaks da un paso fuera, será detenido y enviado a Suecia, ya que por ley debe cumplir con una orden de detención europea.

Un jurado de investigación de Virginia analiza pruebas que puedan vincular a Assange con el soldado Manning. La justicia norteamericana no ha tomado todavía ninguna acción contra el fundador de WikiLeaks.

El australiano instó a Estados Unidos a que ponga a Manning en libertad. «Si Bradley Manning realmente hizo lo que se le acusa, es un héroe, un ejemplo para todos nosotros, y uno de los principales presos políticos del mundo», afirmó.

En su declaración, Assange no se refirió a las acusaciones suecas contra él ni indicó la forma en la que cree que podría resolverse el punto muerto sobre su futuro, aunque dijo que espera «reunirse en breve» con sus dos hijos.

Laura Mattson, una de las simpatizantes de Assange que se unió a una multitud ruidosa frente a la embajada, dijo creer que las denuncias sólo son una trampa para detenerlo.

«¿Se trata de los cargos delictivos o se trata de silenciar a WikiLeaks?», preguntó la residente de Londres de 29 años de edad.

Por su parte, ministros del exterior de Sudamérica se reunieron el domingo en Guayaquil, Ecuador, a petición del país anfitrión para discutir el caso. Los ministros condenaron la amenaza que Gran Bretaña hizo la semana pasada de irrumpir en la embajada ecuatoriana en Londres, pero no apoyaron unánimemente la decisión de Quito de otorgar asilo a Assange.

El sábado, Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Argentina apoyaron la decisión de Ecuador. Brasil, Colombia, México y Chile son algunos países latinoamericanos que no han adoptado una postura.

El ex juez español Baltasar Garzón, abogado de Assange, dijo el domingo que Ecuador podría considerar presentar una apelación ante la Corte Penal Internacional en La Haya para hacer que Gran Bretaña otorgue a su cliente un salvoconducto para que pueda salir del país.

Las tensiones han aumentado entre Londres y Quito por el caso, después de que Gran Bretaña al parecer insinuó que podría invocar una ley poco conocida para despojar a la embajada de Ecuador de sus privilegios diplomáticos, lo que significa que la policía podría ingresar y detener a Assange.

Assange afirma que Gran Bretaña se ha abstenido de cumplir su amenaza debido a una vigilia que mantienen sus partidarios frente a la embajada. La misión de Ecuador es un pequeño apartamento en un edificio que alberga también oficinas y la embajada de Colombia. La policía británica formó una gruesa línea en el exterior y están en guardia en el vestíbulo común del edificio y las escaleras.

«Dentro de esta embajada en la oscuridad, pude escuchar a las escuadras de la policía ocupando el edificio por la salida interna de emergencia», declaró el australiano. «Si Gran Bretaña no arrojó a la basura la Convención de Viena la otra noche es porque el mundo estaba observando». La Convención de Viena firmada en 1961 establece que los puestos diplomáticos deben ser tratados como territorio de una nación extranjera.

El gobierno británico no comentó sobre la declaración de Assange del domingo, aunque diplomáticos han acusado a Ecuador de malinterpretar deliberadamente sus intentos de explicar las opciones legales de Londres.

UNASUR
Respaldo a Ecuador

La Unión de Naciones Suramericanas respaldó ayer a Ecuador ante la amenaza de Gran Bretaña de allanar el local de su misión diplomática en Londres, al tiempo que reivindicó la figura del asilo diplomático en una declaración de siete puntos.

En una reunión que apenas duró 20 minutos, los cancilleres y delegados de los países miembros del organismo regional aprobaron por unanimidad el documento que «condenó la amenaza del uso de la fuerza entre los Estados», y reiteró la vigencia de los principios consagrados en el derecho internacional.

La Declaración de Guayaquil reiteró «el derecho soberano de los Estados de conceder asilo», así como la vigencia de dicha figura para «proteger los derechos humanos de las personas que consideran que su vida o integridad física se encuentra amenazada».

El documento confirmó, además, el principio del derecho internacional por el cual «no puede invocarse el derecho interno para no cumplir una obligación» contemplada en acuerdos mundiales.

La Unasur exhortó a las partes a buscar «el camino del diálogo y la negociación directa» a fin de encontrar una solución «mutuamente aceptable».

El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño resaltó la importancia del pronunciamiento de Unasur, que expresa, dijo, la «voluntad de abogar por la paz, por la concordia y por el respeto al derecho internacional».

«Si comparamos la razón de los dos países, la razón está con nosotros», agregó.

Patiño aseguró que Ecuador aún no ha decidido llevar el tema ante las Naciones Unidas, pues se esperará conocer la resolución que adopte la Organización de Estados Americanos en la sesión extraordinaria convocada para el viernes.

El canciller venezolano Nicolás Maduro manifestó a la prensa que Ecuador actuó «correctamente», pues «no tomó una decisión apresurada», sino que inició conversaciones con las partes; sin embargo, fue «Gran Bretaña con esta declaración amenazante (la que) rompe las reglas del juego».

Previo a la reunión, países como Brasil, Chile y Colombia, a través de sus representantes diplomáticos, confirmaron su apoyo a la figura del asilo y la extraterritorialidad de los Estados, aunque no opinaron sobre el asilo para Assange por considerarlo un aspecto que compete únicamente al gobierno ecuatoriano.

Unasur se sumó así al pronunciamiento de los países de la Alianza Bolivariana de las Américas, que el sábado se solidarizaron con Ecuador en una reunión donde también ratificaron la inviolabilidad de cualquier sede diplomática en el mundo en una declaración suscrita en Guayaquil.

El bloque suramericano lo integran Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela.