Cuatro mandos de la Policía china fueron juzgados hoy bajo cargos de ayudar a la esposa de uno de los políticos más destacados del país a encubrir el homicidio de un empresario británico, un escándalo que ha estremecido los estratos más altos del gobierno.
El caso fue llevado en el mismo tribunal de la provincia oriental de Anhui donde el proceso contra Gu Kailai terminó ayer en menos de un día. Gu es la esposa de Bo Xilai, el ahora desacreditado ex líder del Partido Comunista en la ciudad oriental de Chongqing.
El secretario de la Corte Popular Intermedia en Hefei, Tang Yigan, informó que los funcionarios policiales no objetaron los cargos, pero los medios chinos de comunicación dijeron que no se anunció ningún veredicto de inmediato.
Gu no refutó las acusaciones, dijeron autoridades judiciales. Es posible que pronto sea anunciado el fallo contra ella y contra un colaborador de la familia acusado también de homicidio.
Es prácticamente seguro que el veredicto será de culpabilidad y podría conllevar una sentencia que iría de 10 años de cárcel hasta la pena de muerte.
Los cuatro policías, todos de Chongqing, están acusados de ayudar a Gu para encubrir su presunta participación en la muerte del socio comercial británico Neil Heywood ocurrida en noviembre, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
De acuerdo con la agencia, los oficiales procesados son Guo Weiguo, ex subjefe de la Oficina de Seguridad Pública en Chongqing, y otras tres figuras en la jefatura policial: Li Yang, Wang Pengfei y Wang Zhi.
El proceso intenta poner fin al mayor escándalo encarado por las autoridades comunistas chinas en dos décadas.
Bo era uno de los políticos chinos más poderosos y carismáticos hasta que fue cesado a principios de año por el escándalo de la muerte de Heywood. Los observadores consideran que el objetivo de las autoridades chinas es mantener la atención centrada en el juicio y no en las denuncias de corrupción generalizada que podrían manchar aún más al régimen.
Los medios internacionales de prensa no tuvieron acceso a la corte.