La Hora siente la obligación ineludible de denunciar la forma en que se manejó el negocio del arrendamiento que permitirá a una empresa extranjera construir una terminal portuaria junto a Puerto Quetzal. Sin embargo, en medio de ese escándalo, se produce el destacado triunfo del guatemalteco Erick Barrondo en las competencias olímpicas que se desarrollan en Londres y no podemos dejar pasar el momento para expresar, junto a todos los guatemaltecos, nuestro júbilo y nuestro orgullo por ese meritorio logro.
Hay que decir que a diferencia de otros deportes, en la especialidad de Marcha es notable que hay un denuedo estructurado y sostenido de autoridades deportivas que por varios años se han esforzado en promocionar esa rama del atletismo, tanto así que la medalla de plata de Barrondo viene como consecuencia de su mérito personal, pero también de un trabajo bien estructurado para aprovechar al máximo su potencial humano.
Hace ya varios años que la Marcha viene siendo un deporte en el que destacan atletas nuestros a nivel regional y ello habla bien de una dirigencia deportiva que ha puesto el ojo, y posiblemente los recursos, en donde vale la pena. Barrondo es un guatemalteco de provincia que vive en condiciones propias de la mayoría de nuestro pueblo, con grandes limitaciones y necesidades, pero con un enorme orgullo y una fuerza que es ejemplo para todos y lección para quienes mantienen que nuestra raza está en desventaja para la competencia deportiva.
Hay logros que son producto del esfuerzo eminentemente personal, pero hay otros que son consecuencia de trabajo bien planificado y de equipo. Barrondo viene de una familia que ha competido en deportes y tanto su padre como su madre han sido atletas e inculcaron en su hijo el amor al deporte, pero eso indudablemente no basta si no se cuenta con el apoyo para mejorar. La presencia de un entrenador cubano es importante para el mejoramiento técnico de las habilidades de nuestro compatriota y justamente eso es lo que siempre hemos pedido. Que el dinero para el deporte se invierta eficientemente para que los atletas puedan aumentar su potencial.
Hay que decir, sin embargo, que el triunfo de Barrondo también se produce a pesar de la dirigencia en general que mangonea los recursos en su propio beneficio. Dirigentes que, ahora mismo y en anteriores procesos olímpicos, usaron dinero público para pagar viajes a su parentela disfrazando a todos de delegados. Sin esos derroches, sin esos malos manejos, Guatemala tendría hoy muchos Barrondos porque el potencial de nuestra gente para triunfar apenas necesita de un pequeño empujoncito.
Minutero:
Nos ha calado muy hondo
ese triunfo de Barrondo;
un Baktun bien celebrado
con ese logro soñado