Israel prosiguió este sábado con nuevos ataques aéreos contra la franja de Gaza que causaron un muerto, en respuesta a los disparos de cohetes palestinos contra su territorio.
Al mismo tiempo, los movimientos rivales palestinos, Hamas y Fatah, acordaron un nuevo alto el fuego, el quinto desde el comienzo de la nueva oleada de violencia entre ambos grupos, el 11 de mayo, en la franja de Gaza, que ha causado un total de 50 muertos.
Hamas y Fatah son actualmente socios en un gobierno de unidad nacional que entró en funciones el 17 de marzo.
En cuanto al ataque aéreo israelí, esta acción causó un muerto y cinco heridos en la ciudad palestina de Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, según fuentes médicas y de seguridad palestinas.
La aviación israelí confirmó haber realizado «un ataque aéreo contra tres miembros de una célula que disparó un cohete contra Israel».
Los aviones hebreos realizaron otros dos ataques antes del alba de este sábado, que causaron cinco heridos.
Un total de 18 palestinos –16 miembros de Hamas y dos adolescentes– murieron en la serie de ataques lanzados por la aviación israelí desde el miércoles como respuesta a los continuos disparos de cohetes contra el sur de Israel desde el norte de la franja de Gaza, que también causaron varios heridos entre la población israelí.
Paralelamente, blindados israelíes dispararon contra el sector de Beit Lahya, en el norte de la franja de Gaza, informaron fuentes palestinas y del ejército hebreo.
Sin embargo, los ataques aéreos y de artillería israelíes –los mayores desde la tregua acordada a finales de noviembre de 2006– no han logrado poner fin a los disparos de cohetes por parte palestina.
En este contexto, varios artefactos explotaron este sábado en la localidad israelí de Sderot, causando un herido. Esos disparos fueron reivindicados por el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin Al Qassam.
Por ende, además de no haber disminuido, los disparos de cohetes palestinos aumentaron e incluso esta semana fueron más numerosos que en los últimos dos meses.
Del 15 de marzo al 15 de mayo, un centenar de cohetes cayeron en Israel, mientras que el número de artefactos registrados tan sólo en los últimos cuatro días ascendió a 110, según cifras del ejército israelí.
Israel se muestra reticente a lanzar una operación terrestre de gran envergadura en la franja de Gaza.
«Debemos considerar cuándo debe realizarse una operación (terrestre). Por el momento no es necesario; tenemos el suficiente margen de maniobra», declaró este sábado a la radio israelí el ministro de Defensa, Amir Peretz.
Israel debe «reducir los disparos de (cohetes) Qassam y, si es posible, acabar con ellos totalmente (…) Nos concentramos en los objetivos más sensibles para Hamas y las fábricas de cohetes», añadió.
En cuanto al nuevo alto el fuego acordado entre Hamas y Fatah, debía entrar en vigor a las 12H00 GMT.
Antes de su anuncio se registraron escaramuzas en dos barrios de Gaza y, poco después del mismo, hombres armados dispararon contra el convoy de Mohamed Al Masri, general de los servicios secretos palestinos en el norte de la ciudad de Gaza, que no resultó herido, según un portavoz de Fatah, Maher Maqdad.
El compromiso prevé que los hombres armados se retiren de donde están apostados, quiten las barricadas y liberen a los rehenes de ambos bandos.
La nueva tregua fue decidida en una reunión en la embajada de Egipto en Gaza, tras contactos telefónicos entre el presidente palestino, Mahmud Abas, el jefe de Hamas en el exilio, Jaled Mechaal, y el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
En la legación estuvo presente también el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, que es miembro de Hamas, informó su portavoz, Ghazi Hamad.
Haniyeh pidió a Hamas y Fatah «unirse para hacer frente a la brutal agresión israelí en la franja de Gaza», subrayó Hamad.