De los países centroamericanos sólo Costa Rica y Panamá cuentan con grado de inversión en relación al riesgo soberano, mientras que Guatemala, aunque se ha mantenido estable, ostenta la calificación de grado especulativo debido a que la calificadora de riesgos Standard & Poors mantiene una nota negativa para el país.
larevalo@lahora.com.gt
Según Fernando Spross, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), en América Latina tienen grado de inversión Panamá y Costa Rica, junto a Chile, México, Brasil, Perú, Colombia y Uruguay.
Mientras tanto, Guatemala posee calificaciones en grado especulativo, manteniéndose constante en los últimos años, de acuerdo a las evaluaciones de las calificadoras de riesgo más importantes.
El riesgo soberano refleja la capacidad de pago del total de deuda de un país y se asocia con la capacidad y predisposición de pago de dicha deuda. Es decir, indica a los posibles inversionistas si el país es confiable para invertir, según el investigador.
“Esto es importante, porque los inversionistas al momento de realizar sus elecciones de dónde y cómo invertir, buscan maximizar sus ganancias, pero además tienen en cuenta el riesgo”, señaló.
Normalmente, el riesgo soberano es el síntoma de un problema económico cuyo efecto es la escasez de fondos en moneda extranjera para hacer frente al servicio de la deuda.
SERÍA ESTABLE
Carlos González Arévalo, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), explicó que las calificadoras de riesgo-país analizan factores económicos fundamentalmente, pero también otros indicadores de tipo social y de seguridad. Cada elemento tiene una ponderación a la que se le da seguimiento periódico y sale el veredicto.
En cuanto a Costa Rica, González mantiene cierta duda debido a problemas en el manejo de la deuda externa de ese país, pero estima que probablemente ya encontró solución.
Sin embargo, de acuerdo al contexto económico internacional, el experto considera “positivo” el nivel de riesgo país de Guatemala, estima que se ratifica o confirma la calificación que ya tenía, que se considera estable y no especulativa, según su perspectiva.
No es un grado de inversión, que sería el deseable, pero también existen países que la ostentaron y ahora esa calificación disminuyó, por lo que tienen que pagar intereses más altos por la deuda soberana, porque “en función del riesgo país, los precios se van más altos”, dijo González Arévalo.
En ese sentido, un país cuya economía expone indicadores saludables, consigue tasas blandas de interés.
A este respecto, Guatemala colocó recientemente US$ 700 millones en bonos del Tesoro a 5.75 por ciento, “que no está mal”, si se compara que España lo consigue a un ocho por ciento, agregó.
A criterio del experto de Asies, entre los indicadores que deben mejorarse, para el caso de Guatemala, son los fiscales, con la consolidación del equilibrio fiscal, reduciendo el déficit y la recurrencia al endeudamiento y disminuir la inseguridad y mejorar los niveles de pobreza.
Sin embargo, “no son cosas que se consiguen en la vuelta de la esquina”, por lo que “hay que trabajar ya” y posiblemente en una década se vea alguna mejora en los indicadores sociales
El país está calificado como “un buen pagador”, es decir que honra sus deudas, concluyó.