El martes de la próxima semana (22 de mayo), se celebrará uno de los centenarios más importantes de este año: son los cien años del nacimiento del dibujante belga George Remi, más conocido por su pseudónimo Hergé (1907-1983), creador de Tintín, una de las caricaturas más famosas del siglo XX.
Las aventuras de Tintín, como se conoce a la serie de estas caricaturas, han sido de las más influyentes en todo el mundo, pero en particular en Europa. Pese a que Hergé creó otras caricaturas, casi sólo se le conoce por ésta.
Tintín es, aún ahora, un símbolo del joven que se enfrenta a las grandes crisis del siglo XX, y que con ingenio logra evadir una serie de problemas. Su valentía ante la vida, y su rechazo ante las injusticias, hicieron que despertara simpatías en todo el mundo, sobre todo en una centuria en que se rechazó tajantemente las dictaduras y se simpatizó con los rebeldes.
Las aventuras de Tintín
Tintín se inició como el deseo del periódico Le Vingtií¨me Sií¨cle, de Bélgica, por extender su mercado de lectores a los públicos juveniles. Para ello, pidió al caricaturista Hergé que realizara una historieta semanal, que contara con doce viñetas.
Hergé publicó algunas caricaturas, pero con poco éxito. Fue hasta en 1929 que apareció por primera vez Tintín, un joven reportero del mismo periódico en donde era publicado.
Aprovechando el momento (y con algo de contenido político-moralizante), en su primera aventura Tintín viaja a Rusia, a dar cobertura al gobierno de los «soviets», donde éstos se miraban como los «malos», dando pie a interpretaciones anticomunistas, a las cuales estaba ligado el dueño del periódico.
Según cuenta la historia, cuando culminó esta primera aventura, se simuló la vuelta de un «Tintín de carne y hueso» que retornaba a Bélgica por el tren directamente de Rusia. Cientos de aficionados a la caricatura acudieron a la estación a darle la bienvenida, dando muestras del éxito del arte de Hergé.
En la segunda aventura, Tintín viaja al Congo belga, en donde muestra algunos tintes racistas y colonialistas, muy afines a la época. Sin embargo, esta aventura no pudo culminar, porque ocurrió la irrupción nazi en Bélgica y, con ella, el cierre de Le Vingtií¨me Sií¨cle. Años después, Hergé repetiría la aventura al Congo, limando las alusiones racistas.
Con la ocupación alemana, Hergé logró colarse al diario Le Soir, de clara ideología nazi. Allí continuó publicando la historieta. Este diario tenía mayor tiraje, además, adquirió carácter oficial por su abierto nazismo. Actualmente, se discute si Le Soir ayudó a Hergé a aumentar las aficiones por Tintín, o si este personaje ayudó a vender más el periódico y, con ello, desplegar la ideología nazi en Bélgica.
Con este periódico, Tintín se convierte en famoso en todo el mundo. Con la caída nazi, Tintín sobrevive al cierre del periódico, y empieza a publicarse, incluso, en otros países y en otros idiomas.
Culto a Tintín
Desde hace mucho tiempo, Tintín se convirtió en uno de los íconos más universales del culto popular. Su figura ha trascendido las caricaturas, y se ha establecido en televisión, teatro y cine, incluso dejando su cara de caricatura, y utilizando a actores para que lo personificaran.
Además, Hergé y su obra ha sido motivo de gran cantidad de estudios por parte de artistas, graficadores, psicólogos, sociólogos, críticos literarios, etc.
Secretos familiares en Tintín
A continuación se transcribe una entrevista que se tuvo con el psicoterapeuta Serge Tisseron, quien dedicó gran parte de su estudio a la obra de Tintín. En la entrevista, iba explicando cómo él encuentra gran información en psicológica en los dibujos infantiles; por esa razón, indicó que, para establecer su método, había vuelto a leer todas las historias de Tintín.
P: ¡Y volvió a leer las historias de Tintín!
S.T.: Los secretos giran en torno a historias que tienen un principio, un desarrollo y un final. Por lo tanto, tenía que decantarme por algún autor que dibujara historias completas. Las litografías no explican historias, sólo ofrecen instantáneas aisladas. Entonces, por lógica fui a parar a los cómics. Como conocía bien Las aventuras de Tintín porque las había leído de pequeño, empecé la investigación por ahí.
P: ¿Y qué descubrió?
Demostré que había un secreto de familia solapado en toda la obra. Hergé, el creador de Tintín, era nieto de una madre soltera y todos le habían dibujado una imagen de su abuelo, cuya identidad siempre se mantuvo en secreto, como de alguien muy prestigioso. Por lo tanto, en su vida había un peso muy grande por intermediación de su padre, que siempre estuvo resentido con su madre por ocultarle el nombre de su progenitor. Además, los biógrafos del famoso dibujante confirmaron esta información. Así pues, Hergé expresó en imágenes el secreto que, de pequeño, no pudo expresar con palabras.