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En las últimas dos semanas, el líder Kim Jong Un ha asumido un nuevo título militar, mariscal, y reemplazado a su antiguo jefe militar — que se pensaba era su mentor —, en medidas vistas por muchos como pasos para fortalecer lealtad entre las fuerzas armadas y solidificar sus credenciales como comandante.

Corea del Norte ha revelado también que la elegante mujer vista junto a Kim en una serie de presentaciones públicas este mes es su esposa. Analistas dicen que escenas de ambos caminando entrelazados de brazos son un intento cuidadosamente coreografiado para mostrar al nuevo líder como una persona moderna y con los pies en la tierra, y es un claro contraste con la imagen de su padre, Kim Jong Il, un líder extremamente privado en sus 17 años en el poder.

Mientras que Corea del Sur y las fuerzas de la ONU encabezadas por Estados Unidos que combatieron en la Guerra de Corea consideran el viernes el aniversario 59 del armisticio que puso fin al conflicto de 1950-1953, Corea del Norte lo llama una celebración de «la victoria en la Guerra de Liberación de la Patria».

Veteranos viajaron de todo el país para la ceremonia, dijo la prensa estatal.

«Aeropuertos, estaciones de ferrocarriles y estacionamientos estaban llenos de delegados a las celebraciones, sus camaradas, familiares y amigos, personas de todos los estratos y estudiantes», dijo la agencia noticiosa oficial KCNA.

Funcionarios de Estados Unidos y Corea del Sur conmemoraron el armisticio en la aldea fronteriza de Panmunjón. Como no se firmó un tratado de paz, la Península Coreana en teoría sigue en estado de guerra.

Antes del aniversario, Pyongyang reiteró su demanda de que Estados Unidos firme un tratado de paz con Corea del Norte para reemplazar el armisticio.

Washington dice que los lazos normales solamente serán establecidos cuando Pyongyang abandone su programa nuclear y de otros pasos.