Anarquía institucional


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Estamos inmersos en un entorno en el que, prácticamente, cualquier persona a cargo de una entidad pública hace lo que le da la gana. No importa si con su proceder se pasa de lado la ley misma. El contradictorio título de esta columna tiene esa connotación. Las instituciones hacen y deshacen a su antojo y con su proceder desafían la autoridad de la ley o simplemente la ignoran.

Walter Guillermo del Cid Ramírez
wdelcid@yahoo.com


Se hacen de la vista gorda cuando con sus errores arrasan al indefenso poblador y atropellan su dignidad al imponerle sanciones o efectuarle cobros ilegales. En consecuencia, son instituciones, sí, pero con un comportamiento anárquico.

Ejemplifico para sustentar mi aseveración al ser sometida al juicio crítico del apreciable lector. Inicio con uno atinente a la flamante administración de la municipalidad de Guatemala. Pero no es el único ente público que con su actuar se comporta en algunos órdenes al margen del cumplimiento de la ley a la que está obligada. Destaco este ente (la municipalidad de Guatemala, simple y sencillamente porque está gastando los recursos públicos que recauda al anunciarse como un ente transparente y que cumple la ley, situación que carece de veracidad en el caso particular que describo líneas abajo).

En el derecho público, es decir en el conjunto de normas que regulan el desempeño de las dependencias gubernamentales, éstas han de hacer única y exclusivamente lo que la ley les confiere por medio de las funciones que le son asignadas. En el ámbito del derecho privado, es decir entre particulares, entre las personas naturales, se puede hacer cualquier cosa que la ley no prohíba.

Sucede que ayer se produjo una publicación, mediante campo pagado (Prensa Libre, página 63), en la que la Comisión de Asuntos Municipales del Congreso de la República informa que: “el Congreso de la República, en Sesión Extraordinaria Permanente celebrada el día 17 de julio de 2012, conoció de Urgencia Nacional la Iniciativa 4501, Reformas al Código Municipal, aprobando el decreto 14-2012, con el voto favorable de más de las dos terceras partes de los parlamentarios que integran el Organismo Legislativo… El Decreto 14-2012, Reformas al Código Municipal, restituye (el subrayado es mío) a las municipalidades algunas facultades que fueron derogadas por el Decreto 22-2010: a. Restablece la competencia municipal para la autorización de licencias de construcción.” Fin de la cita.

Resalto. El 17 de julio de este año, al haberse aprobado el Decreto 14-2012, que por su trámite aún no ha sido publicado, en consecuencia aún no está vigente se restableció una competencia derogada desde junio de 2010. Las municipalidades desde entonces a la fecha NO han estado autorizadas para requerir cobro alguno en concepto de “licencias de construcción”, toda vez esta facultad fue derogada por el Decreto 22-2010. Entonces ¿qué harán con los recursos captados? ¿En dónde, la municipalidad con la mayor cobertura de divulgación a su servicio, ha informado a los vecinos del Municipio de Guatemala sobre el monto, el destino y la manera en la que restituirán a los vecinos el ilegal cobro de “licencias de construcción”? ¿Quién dirá esta boca es mía? ¿Quién pondrá fin a este abuso? ¿Cómo enmendarán su proceder? ¿Es o no un comportamiento anárquico, es decir, haciendo y dejando de lado el régimen de legalidad imperante, tal el comportamiento por definición de los anarquistas?

En Guatemala nos solemos quejar de muchas situaciones, pero pocas veces actuamos para expresar nuestra queja desde otra perspectiva. Y cuando llegamos a ese punto se suelen desbordar las actividades a un tono que termina lastimando a otros connacionales que no son parte del problema por el que se manifiesta el descontento. Ese es nuestro entorno. Ese es el escenario en el que nos desenvolvemos. El orden se ausenta cada vez más del desempeño público. El respeto a las normas por los propios funcionarios se hace cada vez más alejado de las regulaciones vigentes. Tales conductas no hacen sino acentuar una anarquía que paradójicamente, como en el ejemplo expresado, se anidan en las instituciones. Realmente hacer o no hacer cosas al margen de la ley es solo una cuestión de principios cuando estamos al cobijo del derecho privado. Pero en el ámbito del derecho público es solo la antesala a un resquebrajamiento de los pilares fundamentales en la conformación del Estado, del estado de derecho y del cada vez más ausente régimen de legalidad. “La ciudad es como tú”. ¿Será a ese costo?