Una guía para recorrer la Filgua


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Hay un cambio de tónica en la Feria Internacional del Libro (Filgua) de este año, y es que cada vez se ve que se consolida la producción de la literatura guatemalteca.

Quizá recordarán, hace unos diez años, quizá, que la Filgua consistía en un montón de stands que ofrecían casi siempre los mismos libros, de autores extranjeros, y la mayoría sobre temas de autoayuda o de mercadeo y administración de empresas.

Mario Cordero Ávila
mcordero@lahora.com.gt


 Ahora, la mayoría de editoriales publican producción propia, y hasta se encaminan a crear sus propios proyectos editoriales a través de autores determinados (por no decir que casi exclusivos).

Antaño, se veía a las personas salir atiborradas de bolsas de libros de Paulo Coelho, Dale Carnegie y Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Y aunque aún se comercialicen estos libros, la tendencia ha cambiado. La mayoría de las casas editoras presentes en Filgua ofrecen producción propia; ello, sin dejar de mencionar que algunas editoriales no participan, quizá por no tener tan consolidado su proyecto editorial.

Asimismo, existen algunas organizaciones que también participan, porque a pesar de no ser editoriales, sí publican sus libros, registrándolos como publicaciones. Ello da fortaleza a la cultura del libro. Además, algunas editoriales extranjeras presentes ya ofrecen publicaciones de guatemaltecos, o sobre temas de Guatemala.

La literatura y el resto de disciplinas artísticas son necesarias en cualquier comunidad, porque a través de la reinterpretación de nuestra realidad, se hace más fácil conocerla. Ya sea por medio de textos, pinturas, esculturas, obras teatrales, películas, canciones, etc. Lamentablemente, parte del proyecto globalizador consiste en abstraernos de nuestra realidad, y para ello se nos proponen (o imponen) productos culturales que no nos dicen nada sobre nosotros mismos.

En nuestro caso, considero que en el país hay mucho potencial para las letras, la plástica y la música. Sin embargo, para muchos casos, preferimos casi siempre lo extranjero. Leer otras novelas no está mal; incluso, también es necesario, pero es mucho más importante tener, como primera opción, el arte que nos explica.

La Filgua continúa su curso y si aún no ha asistido, en estos días todavía es posible. Pero si busca respuestas, le sugiero buscarlas en la producción nacional. No con ello quiero pecar de chauvinista, porque ciertamente no se trata de leer cualquier libro solo por el pretexto de ser guatemalteco. De esa forma, podríamos tener decepciones y recaer en optar solo por literatura extranjera o, en el peor de los casos, dejar de leer.

Si usted al entrar al salón del Parque de La Industria donde se ubica la Filgua, empieza por la izquierda, podrá dar la vuelta y encontrar las siguientes sugerencias. En la primera esquina, el stand de Flacso, que para este año traen una colección de literatura, además de las investigaciones. Sigue recto, y a medio camino, a la derecha, encontrará a la Editorial Germinal de Costa Rica, que trae literatura centroamericana reciente, incluyendo a guatemaltecos. Al final de ese pasillo, encontrará el pequeño stand de la Editorial Catafixia, que recién concluyó su primera colección de poesía guatemalteca y latinoamericana actual. Detrás de ellos, la Editorial Universitaria, que siempre tiene libros interesantes y muy baratos. Puede seguir dando la vuelta, y encontrar en la esquina opuesta (por la entrada, solo que hacia la derecha) a F&G Editores, que es quizá la editorial guatemalteca con el proyecto editorial más consolidado.

En la entrada del pasillo central encontrará el amplio stand de Conaculta (a la derecha), la editorial mexicana que tanto ha hecho por la cultura, y al Fondo de Cultura Económica (a la izquierda), también de origen mexicano, pero que ya tiene varias producciones de autores guatemaltecos y centroamericanos.

Más adentro, en el pasillo central, a la derecha, la Editorial Santillana (de capital español), que ha iniciado a apostar por las letras nacionales; a la izquierda, la tradicional editorial guatemalteca Piedra Santa. Y al fondo de ese pasillo central, las dos editoriales estatales: la Editorial Cultura (izquierda) y la Tipografía Nacional (derecha), las dos con libros variados, baratos y de calidad, y que en un 98% son guatemaltecos.

Espero que esto le sirva de guía; y si se pierde, no se preocupe. Pregunte en todos lados y sumérjase en los libros.