Según una investigación del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), 6 de cada 10 víctimas de femicidio sufrieron antes violencia en el seno de sus hogares, principalmente causada por sus parejas; es urgente la adopción de campañas informativas y de formación de conciencia ciudadana para atacar el problema.
Mario Polanco, Director Ejecutivo del GAM, dijo a Cerigua que la violencia intrafamiliar tiene profundas causas culturales que naturalizan las agresiones contra las mujeres, las que deben ser erradicadas por el Estado.
Las iniciativas deben enfocarse en la atención a las víctimas colaterales de ese tipo de violencia como otros miembros de la familia, principalmente de los niños y de las niñas, aseguró el entrevistado.
El informe del GAM reveló que en lo que va del 2012 han muerto de forma violenta 337 mujeres, 22 de los casos corresponden a niñas; muchos de los casos se encuentran relacionados con denuncias por violencia intrafamiliar.
El documento destaca que sólo el 2 por ciento de los expedientes donde se ha denunciado la violencia en el seno del hogar, alcanzaron una sentencia condenatoria en los tribunales; un número significativo de casos concluyeron en la muerte.
Las omisiones y la inacción del Estado para detener esas muertes, es una violación a los derechos humanos, afirmó Polanco; además recordó que en el 2011 las autoridades registraron 50 mil 622 casos sobre violencia intrafamiliar, 2 mil 504 víctimas fueron niños y niñas.
Según el informe del Grupo de Apoyo Mutuo, sólo el 0.07 por ciento del presupuesto estatal para el 2012, fue asignado a la atención de ese tipo de violencia, distribuido en la Secretaría Presidencial de la Mujer, en la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y en la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI).
Los escasos recursos destinados al combate de ese flagelo reflejan el desinterés del Estado por erradicarlo; al mismo tiempo, las citadas entidades muestran una baja ejecución presupuestaria, lo que podría provocar que para los próximos años se reduzca aún más los fondos, concluye el informe del GAM.