Sobre reformas constitucionales


juan-de-Dios

Tema inagotable, blanco de diversas opiniones flotando en el ambiente. Ha sido la tapa al pomo, de suyo tórrido, generador de un clima desesperante. Genera posiciones a favor y en contra, desde tiempo considerable, similar a un laberinto enorme y desconcertante. Sectores diversos en extremo, toda vez que no era de esperarse, salvo sorpresas tipo mago.

Juan de Dios Rojas


La iniciativa surge del propio gobernante Otto Pérez Molina, en otra etapa sorprendente en todo sentido, semejante a uno más de sus proyectos parecidos a globitos. Coincide la misma en los primeros seis meses de su mandato. Tantas ofertas expuestas durante el largo período preelectoral, pretende sean de inmediato convertidas en hermosa realidad.

Sin tregua suceden las opiniones de índole controversial y publicadas en los medios de comunicación social. Mismos que al  instante incrementan puntos de vista en sentido positivo y negativo, los cuales repercuten al unísono en el ánimo del colectivo nacional. Para enfatizar, conforman luces y sombras en nuestro patio, susceptible a percibirse con certeza en el propio imaginario global.

En síntesis, las posiciones referentes a la reforma constitucional, lo antes posible dan pábulo en un auténtico remolino aquí y allá potencialmente. Por igual sectores sociales, políticos y constitucionalistas exponen sus pareceres, a punto de sentar verdadera cátedra. Tenemos profesionales del derecho constitucional, que no están de acuerdo con tal iniciativa.

Difieren por cuanto puntualizan que conviene reformar primero la Ley de Partidos Políticos, a efecto sea un valioso basamento o piedra angular del andamiaje de mérito. He ahí el surgimiento en forma de quid del problema. En consecuencia ello posiciona en el acto al Congreso ya desprestigiado. Y nadie puede negar que va de nuevo sin mayores preámbulos.

De sobra el Organismo Legislativo es deseo múltiple, objeto sea de una depuración monda y lironda: Los actuales congresistas tienen empantanada la anhelada actividad que les corresponde. Varios proyectos sufren ese indeseable empantanamiento de naturaleza prioritaria, con la bancada Lider a la cabeza en el curso de seis meses efectúan interpelaciones.

Analistas señalan con propiedad que la vigente Carta Magna dista de reformarse. Indican que si la misma fuera conocida y respetada por todos los connacionales, con eso bastaría. La generalidad ni siquiera por la pasta la han visto, tampoco conocimiento tienen ni respeto, clave enfilar sus pasos en la ruta cotidiana con rectitud a diestra y siniestra.

Si es convocada la Asamblea Constitucional, tras la Consulta Popular entonces siempre sí el Congreso mete las manos (de mono). Y a la postre volvemos a caer redondo en lo mismo, sin duda alguna. Por ninguna parte se observan cambios profundos, a manera de respuesta positiva y deseable en general. Luego entonces uso las palabras del Quijote, “mejor no me hallo”. La situación actual con miras a dicha reforma constitucional, ha trascendido fuera de nuestras fronteras. Entre sí y no, el correr del tiempo inexorable mantiene expectativas, dudas e incertidumbre. De alguna manera las manecillas de Cromo imposible dejen de avanzar, cuentas que puedan despejar tal cuestión por demás preocupante en todo sentido.

Cuando despertemos de esa especie de letargo y retornemos a la cruda realidad, entonces nos daremos cuenta de tamaña pérdida. Reitero el hecho que no hace falta más que introducirle reformas puntuales a esa mencionada Ley Electoral y de Partidos Políticos, por cuanto de ahí partirán mejores situaciones en vez de solo entretener la nigua.

El mecanismo de discusiones por grupo al colectivo social dejan más inmediato logros beneficiosos muy tangibles poco será aconsejable mucho bla, bla, bla, verdaderos enredos hipnotizantes que únicamente complican más y más los asuntos a tratar entre ellos el Legislativo, aseveran expertos en proveer empantamientos de color vivo oscuro, sin duda alguna.