Rusia y China vetan resolución sobre Siria


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Rusia y China volvieron a vetar hoy una resolución de Naciones Unidas, respaldada por Occidente, que amenazaba al gobierno del presidente sirio Bashar Assad con sanciones no militares si no suspende el uso de armamento pesado en el conflicto, que ya cumple 16 meses.

Por EDITH M. LEDERER NACIONES UNIDAS / Agencia AP

La votación —con 11 votos a favor, 2 en contra y dos abstenciones— fue el tercer doble veto de Rusia y China, los aliados más importantes del régimen de Assad. Las abstenciones fueron de Sudáfrica y Pakistán.

La votación también dejó en el limbo el futuro de la misión de observadores de la ONU en Siria, de 300 soldados, cuyo mandato expira el viernes.

El embajador británico en la ONU, Mark Lyall Grant, quien patrocinó el proyecto de resolución, dijo que estaba «consternado» por el tercer doble veto.

Fue un duro golpe a Kofi Annan, el enviado de la ONU y la Liga Árabe a Siria, quien advirtió que habría «consecuencias» si no se cumplía con el plan de paz de seis puntos, al cual el gobierno de Assad ha hecho caso omiso.

Annan había pedido al Consejo de Seguridad que postergara la votación del miércoles para que los miembros pudiesen «unirse y considerar enérgicas medidas que les permitan contener el derramamiento de sangre en Siria e impulsar una transición política», dijo su vocero Ahmad Fawzi.

Sin embargo, Moscú no se movió de su posición y Occidente insistió en incluir la amenaza de sanciones no militares en virtud del Capítulo 7 de la Carta de la ONU.

Esa amenaza abría la puerta a la utilización de la fuerza militar.

TOMA DE POSESIÓN

Bashar Assad acudió el jueves a la toma de posesión del nuevo ministro de Defensa de Siria, según mostró la televisora estatal, la primera vez que se ve al presidente desde que un audaz ataque rebelde la víspera alcanzó el corazón de su régimen y mató a tres altos funcionarios.

Las fuerzas gubernamentales contraatacaron a los insurgentes con helicópteros y artillería en el quinto día consecutivo de enfrentamientos en Damasco.

La incapacidad de los militares para controlar los choques en la capital contra fuerzas rebeldes que tienen menos armamento y la bomba letal que explotó en una reunión de seguridad de alto nivel un día antes hacen que la posición de Assad se vea más frágil.

El paradero del mandatario, su esposa y sus tres hijos menores de edad ha sido un misterio desde el ataque que mató a su cuñado y a su ministro de Defensa. El presidente no suele aparecer en público con frecuencia y su ausencia fue notable tras un golpe tan duro a su círculo de allegados más cercanos.

El anuncio de la televisión estatal pareció encaminado a enviar el mensaje de que Assad está a salvo y bien. Dijo que el mandatario, vestido de traje azul y corbata, le deseó buena suerte al nuevo ministro, Fahd Jassem al-Freij, pero no indicó dónde se llevó a cabo la toma de posesión.

Miles de sirios cruzaron la frontera para refugiarse en Líbano, indicaron varios testigos. Algunas personas que habitan cerca del cruce fronterizo de Masnaa — a unos 40 kilómetros (25 millas) de Damasco— dijeron que centenares de vehículos privados, taxis y autobuses cruzaron la línea divisoria cargados de gente.

El ataque insurgente del miércoles con una bomba propinó el golpe más duro hasta la fecha al régimen de Assad. La Casa Blanca dijo que muestra que el presidente está «perdiendo el control» de Siria.

La televisión siria confirmó las muertes del ministro de Defensa Dawud Rajha, de 65 años, ex general del ejército y el funcionario gubernamental de mayor cargo en perder la vida en la lucha de los rebeldes para derrocar a Assad; el viceministro de Defensa, el general Assef Shawkat, de 62 años, quien estaba casado con la hermana mayor de Assad, Bushra, y era uno de los personajes más temidos en el círculo de allegados del presidente; y Hassan Turkmani, de 77 años, ex ministro de Defensa que murió en el hospital a consecuencia de las lesiones sufridas.

Quedaron heridos el ministro del Interior Mohamed Shaar y el general de división Hisham Ikhtiar, que encabeza el Departamento de Seguridad Nacional. La televisora estatal dijo que ambos están en condición estable.

Los insurgentes se adjudicaron la responsabilidad del ataque a la habitación donde se reunían los principales funcionarios de seguridad del gobierno a cargo de aplastar la revuelta.

El general de división Robert Mood, el noruego que encabeza casi 300 observadores desarmados de las Naciones Unidas en Siria, condenó la violencia y pidió una solución diplomática, algo que se ve cada vez más difícil.

«Me duele decirlo, pero no vamos camino de lograr la paz en Siria», dijo Mood en Damasco.

Horas después, China y Rusia vetaron una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis en Siria, lo que refleja las divisiones que existen entre esos países y Occidente sobre quién es responsable de la crisis y cómo detenerla.