Propuestas del MNR


Eduardo_Villatoro

A propósito de la convocatoria del presidente Pérez Molina a los diversos sectores de la colectividad guatemalteca para plantear propuestas referentes a su iniciativa de reforma constitucional, ingenuamente pensé que aunque yo no integro ningún grupo constituido de la sociedad civil, podría ofrecer mi aporte en lo que atañe a modificar, primero, la Ley Electoral y de Partidos Políticos, y en ese sentido planteé que debería renovarse su artículo 205 que establece que cada departamento de la República configura un distrito electoral, con excepción del de Guatemala.

Eduardo Villatoro


Para ser más práctico en mi ponencia y casi a sabiendas que ni siquiera sería objeto de una mirada de desdén de parte de los expertos en la materia, que derrochan materia gris en sus análisis individuales y sus plurales debates, señalaba el caso específico de San Marcos, cuyos 29 municipios conozco desde adolescente porque soy nativo de ese departamento, que registra ostensibles diferencias climáticas, étnicas y culturales entre la región del altiplano y el área de la costa sur, de suerte que sería conveniente en que en vez de constituir un solo distrito electoral se redefiniera en tres, incluyendo otro que representaría a las poblaciones de su centro geográfico, que también tienen características propias..
  
Agregaba que cada uno de los tres nuevos distritos eligiera a tres diputados, sustituyendo a los 9 legisladores que actualmente son electos por ese departamento, a fin de que, en realidad, los parlamentarios se identifiquen con sus electores y no como ocurre en la actualidad, que hay congresistas de ese distrito que jamás han puesto un pie en el municipio de Sibinal, en la tierra fría, o en el de La Reforma, en la parte cálida, v. gr., a lo que se añade que esos diputados responden más a los lineamientos del partido que los postuló o al que se desplazaron después de ser elegidos, en vez de ser leales a sus representados de aquella jurisdicción departamental.
   Hasta el momento, sólo el partido Movimiento Nueva República, recién fundado, integrado mayoritariamente por jóvenes y de tendencia social demócrata, ha planteado extensa y exhaustivamente su posición de promulgar una nueva Constitución Política (de lo que me ocuparé en fecha posterior) y no una simple reforma o maquillaje a la actual ley matriz de la nación, enfatizando que, en todo caso, primero se debe modificar el régimen que norma el sistema electoral y de partidos políticos, que incluiría privilegiar el financiamiento público sobre el privado; prohibir la reelección de alcaldes y diputados por más de dos períodos consecutivos, suspender administrativamente los partidos políticos y candidatos a elección popular que violen la ley; fijar en 140 el número de legisladores; eliminar el listado nacional, reconocer el voto de los inmigrantes; y redefinir los distritos electorales (el subrayado es mío) entre otras propuestas novedosas.
  
El MNR recoge la idea que esbocé, pero con más claridad y precisión, al indicar que “Uno de los mayores problemas de la democracia guatemalteca obedece a la falta de identidad y vínculo real entre el representado y representante”, en vista de que la fórmula distrital que vigente es anacrónica, y de ahí que la eventual nueva Constitución Política debe plasmar “la existencia  de todos los distritos electorales necesarios”, para hacer realidad el vínculo mencionado, con una norma específica que “desarrollará el tamaño, número y la conformación de los distritos y subdistritos si fuese necesario”.
  
El Movimiento Nueva República enfatiza que “Esta fórmula deberá aplicarse en el caso de cada uno de los departamentos de acuerdo a su población, ubicación geográfica, composición cultural y étnica. También deberá garantizarse un distrito exclusivo para los inmigrantes”
  
(El joven activista del MRN Romualdo Tishudo parafrasea a James Bovard: -La actual modalidad democrática en Guatemala y su régimen electoral se asemeja a dos coyotes y una oveja votando qué es lo que van a comer).