El Congreso de la República aprobó ayer dos préstamos que en conjunto suman US$79 millones, cuyo destino será para estrategias de inversión y transformación productiva, y para proyectos de agua y saneamiento para el Desarrollo Humano.

Aunque las iniciativas de ley para esos préstamos, que contaban con el dictamen favorable de la Junta Monetaria del Banco de Guatemala y de la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República, estaban listas desde el mes de agosto de 2010, fue hasta ayer cuando el Parlamento decidió darle su visto bueno. Las iniciativas se habían incluido varias veces en la agenda del Congreso.

Los préstamos aprobados corresponden a las iniciativas de ley 4184, que pretendían aprobar el préstamo No.1734/OC-GU por un monto de US$29 millones para el “Programa de Apoyo a Inversiones Estratégicas y Transformación Productiva”; y la 4232 para el préstamo No. 2242/BL-GU por US $50 millones con destino al “Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Desarrollo Humano (Fase I)”, ambos a suscribir con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Aunque para el primer caso, el destino original que el BID aprobó en 2006 era para un “Programa de Prevención de la Violencia”, que buscaba disminuir niveles de violencia juvenil y mejorar la convivencia, según los antecedentes y justificación de la iniciativa éste se redireccionó debido al impacto de la crisis económica internacional en el país.

Según el enfoque del préstamo, esta vez iba dirigido a reforzar la agenda de competitividad, la cual tendría “fuerte respaldo” del sector privado y público en ese momento.

En ese sentido, se estimó necesario que Guatemala debe contar con un clima de negocios adecuado para la generación de inversiones nacionales y extranjeras que permita el desarrollo de empresas en todo el país.

El proyecto tendería a apoyar los esfuerzos del gobierno para mejorar los niveles de productividad de la economía en general y de las empresas en particular, sobre todo las micro, pequeñas y medianas empresas.

COMPONENTES
La ejecución del préstamo por US $29 millones comprende componentes tales como apoyo al diseño e implementación de mejoras en los climas de inversión de negocios en el entorno privado; apoyo a la estructuración y promoción de proyectos de inversión estratégica entre otros.

El préstamo será a un plazo de 25 años con cinco de periodo de gracia y la tasa de interés será flexible.

Por aparte, el préstamo de US $50 millones destinado a proyectos de agua y saneamiento, se basa en la búsqueda del bienestar de la población mediante la satisfacción de necesidades básicas contemplado en la Constitución y en los Acuerdos de Paz, cuyo ente ejecutor será el Fondo Nacional para la Paz, entre otros.

Para Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), “el endeudamiento per ce no es malo, pero todo depende de la calidad de las inversiones que se va financiar”.

En ese sentido, el experto agregó que no importa tanto que los proyectos estuvieran formulados desde hace varios años, “lo importante es que se realicen y rindan los beneficios originalmente previstos”.

Sin embargo, debido a la preocupación ciudadana por el endeudamiento, “estos programas deberían tener solidos esquemas de transparencia y rendición de cuentas y que no ocurra como otros problemas que ha tenido la actual administración en esa materia”, señaló Barrientos.