Los futbolistas italianos Andrea Ranocchia, Domenico Criscito y Leonardo Bonucci fueron interrogados por los fiscales que investigan el más reciente escándalo de arreglos de partidos en el país.
Ranocchia, zaguero del Inter de Milán, es investigado por sospechas de que incurrió en delitos cuando jugaba con el Bari en la temporada de 2009-10.
Ranocchia, de 24 años, dijo que «todo está bien» luego de ser interrogado durante 50 minutos por los fiscales de la Federación Italiana de Futbol.
La audiencia de Criscito duró cerca de hora y media.
Criscito fue dado de baja de la selección italiana que disputó al Eurocopa después que la Policía lo interrogó en la concentración del plantel poco antes del comienzo del torneo. El futbolista juega por Zenit de San Petersburgo y sus sospechas son por su época con el Genoa.
El zaguero fue interrogado específicamente sobre un partido entre el Genoa y la Lazio en mayo de 2011, que terminó 4-2 a favor de la Lazio.
Bonucci, zaguero de la Juventus, fue interrogado por su época como jugador del Bari, específicamente un partido en mayo de 2010 contra Udinese que culminó 3-3.
Bonucci rehusó hablar con la prensa después de su audiencia de dos horas.
Al menos 50 personas han sido arrestadas por vínculos con el escándalo. Antonio Conte, técnico que ganó la Serie A con la Juventus la temporada pasada, también fue interrogado por el período en que fue timonel del Siena en 2010-11.
«Incluso en los momentos más oscuros y dolorosos de esta historia, siempre he tenido fe en los investigadores», dijo Conte ayer. «Pude aclarar la situación en mi audiencia, dije una verdad creíble. Estoy tranquilo».