Sus melodías son tristes pero la cantante mexicana Carla Morrison parece gozar de un momento estelar, a punto de estrenar su tercer disco en Estados Unidos y tras haber ganado un premio a la mejor artista revelación.
Morrison, de 25 años, mostró sus dotes ante el micrófono el jueves en Nueva York, participando en un concierto de la Conferencia de Música Alternativa Latina (LAMC, por sus siglas en inglés) y ganando el premio «Artist Discovery» del festival.
«Fue como Navidad», dijo riendo la cantante durante una entrevista con The Associated Press. «No sé si me considero revelación porque obviamente yo me conozco desde que empecé en esto, pero me da mucho gusto. Por mí súper bien, sobre todo porque acá, en Estados Unidos, no soy muy conocida, o mi música».
Morrison lanzó hace unos meses en México su tercer álbum, «Déjenme llorar», con 15 temas de su autoría que describe como música alternativa y «muy mexicana». Con un toque pop melodioso que recuerda al de su compatriota Julieta Venegas, Morrison ha conquistado a públicos de festivales como Vive Latino (México), Festival Centro (Colombia) y Viva La Canción (España).
«Déjenme llorar», con sencillos como «Hasta la piel», ya se ha estrenado digitalmente en Estados Unidos pero a finales de este mes estará también disponible en CD.
Nacida en Tecate, Baja California, Morrison inició su carrera en su país natal junto a varias bandas antes de trasladarse en el 2006 a Phoenix, Arizona, donde prosiguió sus estudios musicales y formó el grupo Babaluca.
Tras regresar a México, lanzó su primer álbum, «Aprendiendo a aprender», en 2009, seguido de «Mientras tú dormías» un año después.
Su último trabajo tiene un tono triste que la cantante atribuye a sus propias experiencias.
«Habla mucho de amor y desamor… Descompongo mucho la tristeza, la melancolía, como temas que me conmueven mucho. Todo es personal, me inspiro mucho en temas de mis amigos y de familia, pero mayormente hablo de mí», dijo a la AP sin entrar en detalles desde los estudios de SiriusXM Latino.
Su apellido anglosajón desconcierta a algunos, asegura, explicando que padre, nacido en Durango, fue adoptado por un hombre inglés cuando era niño.
«Es así legalmente. No estoy tratando de colgarme de Jim Morrison», dijo la cantante en tono bromista.
Radicada en Ciudad de México, Morrison asegura que ha crecido inspirada por artistas como Venegas, de quien dice que «como mujer, ella nos ha abierto las puertas a muchas de las chicas del rock en México».
«Es una madre para todas», agregó.
Navegar por la cambiante industria musical es un desafío, pero Morrison reconoce la importancia de vender discos en las tiendas, en lugar de hacerlo todo por internet.
«Cuando la gente va a mis shows ellos son los que me ayudan a pagar mi renta, entonces como que la gente apoya mucho eso y en México yo creo que la gente no está muy acostumbrada a comprar digitalmente las cosas», opinó la artista. «También cuando he venido a Estados Unidos o voy a Europa a tocar, la gente quiere el disco en físico. Sé que las cosas han cambiado, pero creo que mucha gente aún quiere tener un pedacito de la persona».