El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el enviado internacional Kofi Annan intensificaron ayer las presiones sobre el dividido Consejo de Seguridad, a instarlo a que exija un alto en la escalada de violencia en Siria y advierta sobre «consecuencias» si el conflicto no termina.
Ban, el jefe de ONU y Annan, enviado conjunto de ese organismo y de la Liga Árabe a Siria, reanudaron sus peticiones para que el Consejo de Seguridad tome medidas tras el ataque del jueves contra una aldea agrícola en la provincia de Hama. Ambos condenaron categóricamente ese hecho.
Acusaron al gobierno sirio de violar las resoluciones del Consejo de Seguridad al usar armas pesadas, incluida artillería, tanques y helicópteros, en el ataque contra Treseh, que dejó numerosos muertos, en lo que muchos rebeldes consideran el peor hecho individual de violencia desde que estalló el levantamiento.
Ban envió el viernes una carta al Consejo de Seguridad, de la que The Associated Press obtuvo una copia. El documento llevaba adjunta otra misiva, de Annan.
Ambas cartas instan al Consejo de Seguridad a dar pasos que ayuden a terminar con el conflicto de 16 meses.
Bajo el plan de paz de Annan, que comprende seis puntos y fue respaldado por el Consejo de Seguridad pero jamás implementado, el gobierno sirio debía retirar los soldados y las armas pesadas de las áreas pobladas, así como detener toda la violencia. A ese paso debía seguir un cese de las hostilidades por parte de la oposición.
El Consejo debate una nueva resolución sobre Siria, debido a que el mandato de un grupo de observadores de la ONU en el país expira el 20 de julio y al fracaso del plan de Annan.
Rusia y Gran Bretaña han distribuido textos discrepantes, y los comentarios de Annan sugieren que preferiría el borrador británico, apoyado por Occidente.
Esa propuesta amenaza con sanciones no militares contra el gobierno del presidente Bashar Assad si no retira las fuerzas y las armas pesadas de los centros poblacionales en 10 días. La resolución propuesta se enmarca en el capítulo siete de la Carta de Naciones Unidas, el cual puede hacerse cumplir por la vía militar.
Rusia advirtió el jueves que se opondrá a cualquier resolución sobre Siria que contemple esa vía.
El borrador de resolución presentado por Moscú contempla la «implementación inmediata» del plan de paz de Annan y los parámetros para una transición política aprobada durante un encuentro en Ginebra el mes pasado. Pero no menciona las sanciones, sino que sólo señala que el Consejo evaluará la implementación y «contemplará los pasos futuros en la medida de lo necesario».