Izquierda apuesta por nuevas elecciones


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El izquierdista Andrés Manuel López Obrador pidió la invalidez de la elección presidencial por supuestas irregularidades y anunció que prepara un plan paralelo de defensa del voto, sin revelar en qué consistiría.

Por E. EDUARDO CASTILLO MEXICO / Agencia AP

Sus colaboradores descartaron la posibilidad de bloquear importantes avenidas de la capital como hicieron después de los comicios de 2006.

Representantes de la izquierda presentaron ayer casi a medianoche la petición de invalidez de los comicios en los que triunfó Enrique Peña Nieto, cuyo Partido Revolucionario Institucional (PRI) rechaza haber incurrido en ilegalidades y dice que lo que queda claro es que López Obrador no sabe perder.

«En unas elecciones libres, la mayoría de estos ciudadanos no hubieran votado por Enrique Peña Nieto», dijo López Obrador previo a la presentación de la impugnación con la que se busca que se convoque a otras elecciones.

El izquierdista sostiene que el PRI compró al menos 5 millones de votos, se vio favorecido por medios televisivos, utilizó encuestas como propaganda y rebasó el límite de gasto de campaña, lo que a su juicio constituyó una violación del principio constitucional de que las elecciones deben ser libres y equitativas.

Dijo que a la par de la impugnación en el tribunal electoral, la próxima semana dará a conocer un plan para promover lo que llamó «la defensa de la democracia y de la dignidad de México», aunque no dio detalles de en qué consistirá.

En 2006, cuando compitió por primera vez como candidato presidencial de la izquierda, López Obrador también quedó en segundo lugar y tras desconocer los resultados encabezó bloqueos por más de un mes en el Paseo de la Reforma, una de las principales avenidas en la ciudad de México. Luego de algunos meses, incluso se autoproclamó «presidente legítimo».

Hasta ahora, sin embargo, parece que la estrategia no incluye el cierre de calles.

«No, absolutamente no», dijo el coordinador de campaña Ricardo Monreal anoche sobre si el plan incluía bloqueos.

Evitó comentar en qué consistiría el plan y dijo que aún tienen previstas algunas reuniones internas de miembros de la izquierda para detallarlo y hacerlo público el próximo miércoles.

Luis Videgaray, quien fue el jefe de la campaña de Peña Nieto y ahora es coordinador de Políticas Públicas del candidato triunfador, dijo hoy que responderán ante el tribunal electoral cada una de las acusaciones señaladas por la izquierda y que considera infundadas.

«Por supuesto que el PRI no compró cinco millones de votos, es una aberración esa acusación como también es una aberración decir que hubo inequidad en la cobertura de los medios o que las encuestas provocaron que la gente votara de otra manera», dijo Videgaray en Radio Red.

Consideró que López Obrador sólo busca justificar su derrota.

«El único problema de esta elección, fue haber tenido a quien probada y reiteradamente ha sido un mal perdedor», señaló a su vez el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell.

El conteo final de las elecciones dio como triunfador a Peña Nieto, con 38,21% de la votación; seguido de Andrés Manuel López Obrador, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que obtuvo 31,59% de los sufragios.

El tribunal electoral tiene hasta el 6 de septiembre para resolver las impugnaciones a los comicios y determinar si los valida o no.

De ser reconocidos los resultados de la elección, el PRI volverá a la Presidencia tras 12 años de su histórica derrota en la que perdió por primera vez el poder tras siete décadas de gobiernos continuos.

El PRD presentó ante las autoridades electorales al menos 20 cajas con presuntas pruebas de compra de votos.

Jaime Cárdenas, del equipo que defiende a López Obrador ante las autoridades electorales, dijo que con las pruebas contra el PRI el tribunal debería «convocar a elecciones extraordinarias».