Planificación familiar es necesaria para objetivos de “Hambre Cero”


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En el marco del Día Mundial de la Población, que se conmemora cada 11 de julio, la oficina en Guatemala del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), resaltó la importancia de garantizar el acceso a los servicios de planificación familiar, como una estrategia fundamental para alcanzar los objetivos del programa de gobierno Hambre Cero.

GUATEMALA Agencia CERIGUA

Leonor Calderón, representante del UNFPA en el país, aseguró que la planificación familiar informada y voluntaria, contribuiría en gran medida a combatir la desnutrición severa que padecen muchas mujeres en edad reproductiva, sobre todo las jóvenes; también ayudaría a lograr las metas del Programa Hambre Cero y el Objetivo de Desarrollo del Milenio 5, sobre el acceso universal a la salud reproductiva.

Un niño o niña con bajo peso al nacer tiene una desventaja biológica que se agrava con los problemas de pobreza en el hogar; lograr la igualdad de condiciones, sobre todo en los temas de alimentación y de planificación familiar, disminuiría en gran medida la desigualdad social, añadió Calderón.

Lo ideal es que el Estado garantice que cada embarazo sea deseado; las mujeres deben tener el derecho a decidir cuántos y cuándo quieren tener hijos, pero sólo se logrará al promover el derecho humano de acceso a la salud sexual y reproductiva, enfatizó la funcionaria internacional.

Enrique Monterroso, secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, recordó que en el país permanece arraigada la idea de que más niños y niñas conllevan más felicidad en los hogares, cuando en realidad el descontrol demográfico acentúa la pobreza y disminuye las probabilidades de desarrollo.

Los objetivos del Programa Hambre Cero se lograrán con la promoción de la paternidad y la maternidad responsables, mientras que el combate del hambre y de la desnutrición, garantizando el acceso a la salud reproductiva, enfatizó Monterroso.

Miguel Garcés, del Instituto Multidisciplinario de la Salud (IMSALUD), indicó que en Guatemala se registra un promedio de mil partos diarios, concentrados en las regiones donde se concentra una alta tasa de población en situación de pobreza e indígena y donde el Estado presenta la peor cobertura en salud.

Los esfuerzos y las políticas gubernamentales sobre salud reproductiva deben estar enfocados en las poblaciones más vulnerables, de esa manera se contribuirá en gran medida a disminuir la desigualdad social, una de las causas estructurales del hambre y la desnutrición, señaló Garcés.

El profesional de las ciencias médicas dijo que el Estado guatemalteco tiene un gran desafío al atender los problemas demográficos y de hambre en un escenario de desigualdad social y económica; hay muchos avances científicos en el campo de la medicina, pero hay serias deficiencias a la hora de traducirlos en políticas sociales para lograr el acceso universal a la salud reproductiva.

Los costos de no garantizar ese derecho se traducen en el aumento de casos de embarazos en niñas y en adolescentes, en las muertes maternas y en los suicidios, destacó Mirna Montenegro, del Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR).

En el 2011, mil 716 niños y niñas han quedado huérfanos debido a las muertes maternas; entre el 5 y el 9 por ciento de los partos exitosos concluyeron con el abandono de los menores, pues las madres fueron forzadas a la maternidad, agregó Montenegro.

Luz Lainfiesta, ministra de Desarrollo Social, destacó que la lucha contra el hambre, la pobreza, la desnutrición y las muertes maternas, le corresponde a la sociedad en su conjunto, por lo que hizo un llamado a la población guatemalteca para contribuir a erradicar esos flagelos.