Nicaragua: tan cerca pero tan lejos


Luis-Fernandez-Molina_

La tierra de Rubén Darío es cálida, literal y metafóricamente. Al solo bajar del avión se respira con el aire caliente un ambiente tan igual pero tan distinto. ¿Cómo es posible que dos hermanas sean tan diferentes? No se ven guardaespaldas ni aparatosas medidas de seguridad. La gente vive más relajada y es más abierta y expresiva. La mayoría de los carros tienen vidrios claros.

Luis Fernández Molina


 Los trámites son más expeditos y sencillos. Nada de perfeccionismos ni de trampas burocráticas. Nicaragua ha estado en el rezago pero, créanme, no por mucho tiempo. Aprovechando el viaje decidí visitar San Juan del Sur y la isla de Ometepe, la única isla en un lago de agua dulce que tiene dos volcanes y tiburones. La carretera rumbo sur (hacia Costa Rica) en impecable estado. Rivas es un departamento ubérrimo, fértiles tierras volcánicas, varios ríos que lo atraviesan y dos riberas lo bañan, la del lago Cocibolca y la del mar Pacífico separados por una franja de menos de 30 kilómetros. Como un relato de viaje tomaría varias páginas, solo quiero resaltar algunos aspectos interesantes: Riqueza Turística: La playa de San Juan del Sur es de categoría mundial que de tú a tú compite con cualquiera pero aún hay más, se despliegan a sus lados otras playas  que acaso la superan, escondidas bahías protegidas de la civilización. Afortunadamente conservan mucho de la naturaleza porque se forman en los pliegues de bellos complejos rocosos, donde las olas de verde esmeralda tejen encajes de blanca espuma. Afortunadamente el acceso por camino de terracería es un poco dificultoso por lo que es mejor alquilar un bote y admirar el conjunto desde el mar. Sorprende el desarrollo inmobiliario, casas de mar para extranjeros y muchos otros lugares donde se están proyectando condominios y hoteles. En el otro lado está el Gran Lago y en medio la isla de Ometepe; un lugar místico, con muy pocos vehículos y vegetación exuberante. Conceptualmente Ometepe es una especie de Macondo que transmite una sensación casi mágica, donde el tiempo parece detenerse. Mucho turista europeo, casi todos back packers (mochileros) y otros con sus grandes cámaras. Los caminos internos son adoquinados y en perfecto estado. Recorriendo la isla nos detuvimos en el lugar llamado Ojo de Agua, sin duda una visión de lo que fue el Paraíso Terrenal, al punto que daba la impresión de que en un recodo iban a aparecer Adán y Eva; un nacimiento de unos 60 metros de largo por 20 de ancho con un agua tan transparente que no se dejaría ver a no ser por los reflejos del sol que juguetea en su superficie.    Molinos:  En el camino a Rivas y en el trayecto a Ometepe se pueden apreciar gigantescos molinos de viento para generación de electricidad. Pude contar 50, algunos en pleno movimiento. Sopla buen viento en esa ribera del lago. Un amigo me contó que tienen planificados muchos otros molinos. Tecnología del futuro y acaso la más amigable con el ambiente. Dólar. En Guatemala empleamos la moneda nacional, el quetzal, en El Salvador la moneda norteamericana; en Nicaragua no se hacen bolas, se emplean con la misma facilidad ambas divisas. Muchos precios están anunciados en dólares y en casi todos los lugares la conversión es casi automática a 23 córdobas por dólar, centavos más o menos. Esto cómo facilita al turista.  Canal.  El tema de conversación, además de los ya citados molinos es el canal interoceánico en el que ya se empezó a trabajar; se ha nombrado una Autoridad del Canal encargada de las licitaciones y del manejo.   Futbol:  Impresionante el poder de los medios de comunicación, mucho Barcelona y Messi; en todos los pueblitos hay una cancha, no un diamante de beisbol sino unas porterías de futbol, y los niños jugando. Por cierto que Ometepe parecía una isla poblada de estudiantes uniformados de primaria. Abundaban. Qué bueno. Por último quiero comentar que la presencia de la Policía en el camino es permanente, colocan los conos rojos y uno debe parar pero no le andan viendo si en la tarjeta de circulación aparece un 8 o un 3, si Liset lo escribieron bien, si el chasis corresponde al número; ese trabajo de Sherlock Holmes lo dejan para otro tipo de operativos, aquí solo ven la cara, el aspecto de los pasajeros: si tienen buena cara “sigan adelante”.