Dando y recibiendo


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Cada día me asombro más y más con lo increíble que es el mundo y con la manera en la cual funciona. Una de las características que más me ha gustado del deporte, es su semejanza con la vida. En lo particular, lo he visto muy claro en el golf.

POR PABLO ACUÑA
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En el golf, el jugador debe tener muchas cualidades que van más allá de, simplemente, tener talento. El tener talento es una parte necesaria para tener éxito en los deportes, pero la actitud es más importante aún. Es increíble el impacto que puede tener un simple cambio de actitud. Un cambio de actitud puede consistir en una actitud más positiva, un mejor manejo de las emociones, y ser optimista.

Así que lo que uno da en el deporte, es lo que uno recibe. Si uno da una mala actitud, uno recibe un mal resultado, y viceversa. A través de los años, he conocido a muchos jugadores exitosos dentro del mundo del deporte, y la mayoría de las veces, son los veteranos los que han tenido la mayor sabiduría. Estos jugadores veteranos han sido sabios en saber qué decisiones y qué actitudes tomar, para así llegar al éxito. Hace un año jugué con un veterano del PGA Tour y me contó como un cambio de actitud en el momento indicado le cambió la vida. Este golfista era un novato en el PGA, y ser un novato en el PGA es muy difícil, ya que todo es nuevo, los campos, el nivel de competencia, etc. Dadas estas dificultades, es difícil mantenerse en el Tour. La mayoría de novatos no juegan lo suficientemente bien como para poder mantenerse en el PGA y como resultado tienen que bajar a la gira B y también jugar nuevamente la clasificación para así otra vez tratar de subir al PGA. Esta clasificación es sumamente difícil, considerada por muchos la prueba más difícil de cualquier deporte. Así que este jugador me contó como a finales de su año de novato estaba justo en la línea que separa a los jugadores que se mantienen en la gira y los que tienen que bajar a la B. Era el último torneo del año y había mucha presión porque tenía que asegurar su trabajo para el siguiente año. Es como si al final del año cada empresario tuviera que tomar un examen para ver si mantiene su trabajo o es despedido. Era la última ronda del campeonato, y el para poder mantenerse en el Tour, debía quedar dentro de los mejores 30 jugadores. Él arranco la última ronda en la posición 28, pero después de un inicio malo, había caído a la posición 50. Como resultado, no estaba teniendo una buena actitud. Estaba ya viendo que iba a hacer el siguiente año, que no iba  a poder seguir pagando la casa que había comprado, y muchos más pensamientos negativos. Todos conocemos esa voz interior negativa que invade nuestra mente, pero no nos damos cuenta como nos limita y afecta. Este jugador decidió cambiar su actitud justo en el momento indicado. Después de 9 hoyos, se dijo a si mismo que no se iba a dar por vencido. Como él me dijo, “Pablo, nunca nunca te des por vencido”. Con un cambio positivo en su actitud, mejoro su desempeño y jugó muy bien los hoyos restantes. Al final termino en el puesto 22, y se mantuvo en el PGA Tour. En el siguiente año, gano su primer torneo del PGA, lo cual lo convirtió en miembro de por vida y así asegurar su futuro. Él me comentó que de no haber tomado la decisión de cambiar su actitud, lo más seguro es que hubiera seguido jugando mal, perdido sus privilegios de jugar en el PGA y muy fácilmente también su carrera como profesional de golf hubiera terminado. Este golfista dio, y la vida le respondió.

Así que todos hagamos un esfuerzo de mantenernos positivos, y de ser fuertes en momentos difíciles para poder guiar nuestras vidas en una buena dirección. Si todos individualmente hacemos un esfuerzo, veremos como la sociedad en general mejorara. Demos todo lo mejor de nosotros, para así poder recibir todo lo mejor de esta vida maravillosa.