Los Hornets de Nueva Orleáns reclutaron ayer a Anthony Davis, alero de Kentucky, como la primera selección en el «draft» de la NBA.
Los Wildcats se convirtieron en la primera escuela en lograr las dos primeras selecciones. La mitad de los cuatro jugadores de Kentucky fue reclutada en la primera ronda.
Davis comenzará su carrera profesional en la misma ciudad en que concluyó su trayectoria universitaria con un título nacional. El jugador del año en el basquetbol colegial recibió también el nombramiento del más sobresaliente en la serie de semifinales, pese a que acertó apenas uno de 10 disparos en jugada durante el partido por el campeonato, en el que atrapó 16 rebotes y bloqueó seis disparos para que Kentucky venciera a Kansas.
Después de la selección de los Hornets, los Bobcats de Charlotte reclutaron a Michael Kidd-Gilchrist, también de Kentucky.
«Es una locura», dijo Davis. «Michael es un gran jugador. Nos han seleccionado a dos y restan cuatro. Ojalá que todos sean reclutados en la primera ronda».
No lo fueron, en lo que representó la única decepción para los Wildcats.
Davis, de 2,08 metros (seis pies, 10 pulgadas), promedió 14,2 puntos, 10,4 rebotes y 4,7 tapones por encuentro, y lució imponente a la defensiva luego de crecer 18 centímetros (siete pulgadas) desde el comienzo de su primer año de la secundaria.
Tras ser elegido, Davis se puso una gorra azul y morada de los Hornets, que resaltó respecto de su sobrio traje gris, pero que no eclipsó las cejas más famosas del basquetbol. Davis trató incluso de aprovechar la atención que reciben sus cejas a comienzos de este mes, al solicitar la marca registrada de las frases, «teman a las cejas» y «levanta las cejas».
En la cancha, Davis tiene la agilidad de un base, posición que desempeñó hace unos años.