Las televisoras que esperaban un importante fallo constitucional de la autoridad que regula lo que se puede mostrar y decir al aire ganaron ayer sólo una de las victorias más pequeñas en la Corte Suprema.
Los jueces desecharon unánimemente las multas y otras sanciones contra las estaciones de Fox y ABC que violaron la política de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) sobre palabrotas y desnudos en televisión.
Al no alcanzar un fallo constitucional mayor, la corte concluyó sólo que las televisoras no podrían haber sabido con anticipación de las obscenidades que se pronunciaron durante premiaciones transmitidas por Fox o que una breve imagen de desnudos en un episodio de «NYPD Blue» de ABC podría haber llevado a las penalizaciones. ABC y 45 afiliados habían sido afectados por las multas propuestas que sumaban 1,24 millones de dólares.
Las televisoras habían argumentado que la revolución en la tecnología que ha traído el internet y la televisión por satélite y cable ha hecho que las mismas reglas sean obsoletas. Las regulaciones se aplican sólo para los canales en televisión abierta y las televisoras querían que les retiraran cualquier restricción de contenido en cualquier horario.
Los jueces dijeron que la FCC tiene la libertad de revisar su política contra la indecencia, que busca mantener las ondas de radio libres de materiales controvertidos durante las horas en las que los niños podrían estar viendo los programas.
El presidente de la FCC, Julius Genachowski, dijo que el fallo «parece estar estrechamente limitado a asuntos relacionados con acciones emprendidas hace años. De acuerdo con los principios de la Primera Enmienda Constitucional (de libertad de expresión), la FCC continuará cumpliendo los mandatos del Congreso para proteger a los jóvenes espectadores».
El juez de la Corte Suprema Anthony Kennedy dijo en su opinión para el tribunal que «es innecesario que la corte aborde la constitucionalidad de la política actual».
La decisión tan limitada, sumada a los más de cinco meses que han pasado entre la presentación de los argumentos en enero y el fallo del jueves, podría significar que los jueces tuvieron problemas para llegar a un resultado mayor.
Las televisoras argumentan que los espectadores tienen ahora más opciones, y no el puñado de canales que tenían disponibles en las décadas de 1960 y 1970, cuando la corte revisó por última vez el asunto de la indecencia. En muchos casos, los espectadores ni siquiera saben cuándo están viendo un canal de televisión abierta y uno de cable.
A pesar de esto, los canales abiertos y regulados proporcionan lo que el gobierno ha llamado como un refugio para la programación moderada y esos canales siguen siendo los dominantes, a pesar de estar en la era del internet, argumentó la administración.
El experto en asuntos de libertad de expresión y asociado de la firma de abogados Jenner and Block en Washington, Paul Smith, dijo que la corte seguramente enfrentará más demandas hasta que llegue a un fallo definitivo.
«La Corte Suprema decidió improvisar en vez de emitir un fallo sobre la constitucionalidad de la política de indecencia de la FCC. El asunto surgirá de nuevo a medida que las televisoras sigan tratando de luchar contra el vago e inconsistente régimen de aplicación de la ley de la FCC», dijo Smith, quien escribió una declaración apoyando a las televisoras.
El material que se revisó para el fallo del jueves incluía el uso aislado de groserías, así como multas contra las televisoras que mostraron el trasero de una mujer en un episodio de 2003 de «NYPD Blue».
En diciembre de 2002, la cantante Cher dijo «que se j–an» durante la entrega de los Billboard Music Awards en Fox. Un mes después el vocalista de U2 Bono dijo «¡Está de p— madre!» durante la transmisión de los Globos de Oro por NBC. En diciembre de 2003, igualmente en la entrega de los Billboard por Fox, Nicole Richie dijo «¿Han tratado de quitar la mi—a de la vaca de un bolso de Prada?, no es tan (grosería) sencillo».
La jueza Sonia Sotomayor no pudo participar en el caso porque estuvo involucrada en una versión anterior cuando era jueza en una corte de apelación en Nueva York.
La demanda no incluía el famoso caso del desperfecto de vestuario de Janet Jackson ocurrido en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl del 2004 transmitido por CBS.