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El director general Steve Ballmer dijo que la tableta era parte de una «completamente nueva familia de dispositivos» que la compañía tiene en desarrollo.

Una versión de la Surface, que no saldrá a la venta sino hasta finales de años, tiene 9,3 milímetros de grosor, funciona con Windows RT, y cuenta con una barra de apoyo para colocarla erguida y un teclado integrado en la cubierta. Pesa menos de 700 gramos (1,5 libras).

Steven Sinofsky, presidente de la división Windows de Microsoft, dijo que el aparato es una «tableta que es una gran PC, una PC que es una gran tableta».

Su debut coincide con el lanzamiento a finales de año del muy esperado sistema operativo Windows 8.

Una versión ligeramente más ancha —de menos de 14 milímetros y menos de un kilo (dos libras)— funcionará con el sistema operativo Windows 8 Pro que está por salir y costará lo mismo que una Ultrabook, informó la empresa. La versión pro viene con una pluma que permite a los usuarios hacer apuntes a mano en documentos como archivos PDF.

Cada tableta tiene un teclado que es de apenas 3 milímetros de grosor. La barra de apoyo de ambas tiene 0,7 milímetros de grosor, más delgada que una tarjeta de crédito.

Microsoft ha estado fabricando software para tabletas desde 2002, cuando incluyó el Windows XP Tablet PC Edition.

Muchos fabricantes importantes de computadoras produjeron tabletas que usan el sistema operativo, pero nunca tuvieron gran éxito en ventas.

Microsoft no informó cuánto tiempo le durará la batería a Surface.

La decisión de la empresa para fabricar su propia tableta es una separación de la que era su operación principal hasta ahora, enfocada en computadoras personales. Con las PC, Microsoft estaba conforme con dejar el diseño y la promoción de equipos a otras empresas como Hewlett-Packard, Dell, Lenovo y Acer, que tienen licencia para utilizar Windows y otras aplicaciones informáticas.

Con el nuevo enfoque, Microsoft se arriesga a enajenar a algunos de sus añejos socios en la industria.