El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo ayer que la Unión Europea (UE) aprovechará la cumbre de líderes del G20 para dar un mensaje de confianza en su moneda común y aseguró que su país, pese a los problemas que atraviesa, mantendrá su apuesta por el euro.
A su llegada al balneario turístico mexicano de Los Cabos, previa a la inauguración del G20, Rajoy consideró que las elecciones del domingo en Grecia a favor de los conservadores que respaldan mantenerse en la zona euro es una buena noticia no sólo para la nación helena, sino para la propia moneda común, para España y para la Unión Europea en general.
«Los ciudadanos griegos han acertado», dijo el presidente del gobierno español. «La Unión Europea va a ayudar a Grecia, porque la Unión Europea es y tiene que ser un proyecto solidario que busque el bienestar y la mejora de la riqueza de todos los ciudadanos europeos».
Rajoy consideró que «ha llegado el momento de que los europeos fijemos claramente los objetivos del futuro, que pasan por afirmar con toda nitidez que el proyecto del euro es un proyecto irreversible».
Refirió que durante el vuelo que lo trajo a Los Cabos conversó telefónicamente con la canciller alemana Angela Merkel, el mandatario francés Francois Hollande, el primer ministro Mario Monti de Italia y David Cameron de Inglaterra, además de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
«Lo que vamos (a hacer) es a trasladar un mensaje de confianza en el euro… el euro ha sido fundamental para nuestro país y para otros países de la Unión Europea», dijo.
El mandatario español llegó un día antes de la inauguración de la cumbre del G20 y horas después de que el Banco Mundial (BM) criticara la manera en que se ha manejado el rescate aprobado por la Unión Europea para el sistema bancario de España, por la falta de información sobre cómo se implementará.
El gobernante no se refirió a las críticas del Banco Mundial ni dio detalles del rescate, aunque señaló que España seguirá su apuesta por reducir el déficit público y por reformas que permitan a la economía crecer y generar empleos.
El presidente del BM, Robert Zoellick, dijo que era «asombroso» que luego de que la eurozona aprobara un salvavidas de hasta 100.000 millones de euros (unos 125.000 millones de dólares), la medida hubiese tenido efectos negativos en los mercados.
«Eso es porque la ejecución fue extremadamente pobre», dijo Zoellick.
La crisis en Europa es un tema central en la cumbre del G20 y se espera que España lo aproveche para despejar dudas y calmar a los mercados.
«Nosotros vamos a seguir apostando por reducir el déficit público, porque no se puede gastar lo que no se tiene… vamos a seguir haciendo reformas, porque es muy importante para mejorar la flexibilidad y la competitividad de la economía, y para crecer y para crear empleo», dijo Rajoy.
En una mesa de discusión de un foro de empresarios paralelo al G20, el presidente del BM dijo que no se sabe aún de donde saldrá específicamente el dinero para el rescate español —si, por ejemplo, será del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera— y tampoco se sabe el efecto que tendrá sobre la deuda de España.
En el mismo panel, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, confió en que el gobierno español y las autoridades europeas tendrán éxito en poner en marcha el programa de rescate.
«Es claro que faltan cosas por hacer, en términos de certeza, del vehículo, de los números exactos, y estoy segura de que las autoridades españolas, junto con sus socios europeos, están dispuestas a hacerlo», dijo Lagarde.
España pidió el préstamo a la Unión Europea para sanear su banca, que se ha visto afectada entre otras cosas por préstamos incobrables y otros activos tóxicos vinculados a una burbuja inmobiliaria.
Los mercados no han reaccionado de manera positiva en medio de cuestionamientos sobre si el préstamo será suficiente.
El gobierno español ha dicho que la cantidad concreta del préstamo se hará pública tras conocerse los resultados de las dos evaluaciones independientes de la cartera bancaria encargadas a dos auditoras extranjeras.
España es la cuarta economía de la eurozona, en la que 17 países comparten el euro como moneda.
Rajoy dijo que su país continuará su apuesta porque en la UE haya integración en materia fiscal y unión bancaria.
«Tenemos problemas en el sector financiero y yo creo que esto se arregla con más Europa y con una unidad entre todos los europeos», señaló.