La película se inicia con una impresionante escena extraída de la realidad: la secuencia real de un hombre que apunta un revólver a la sien derecha del candidato presidencial y aprieta el gatillo, una imagen que representa un hito dramático en la historia mexicana.
“Colosio”, la cinta de suspenso político sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994 al final de un acto de campaña en la ciudad fronteriza de Tijuana, se estrenó el fin de semana en salas colmadas de público en todo México.
Dirigida por el cineasta mexicano Carlos Bolado, la cinta plantea dudas sobre la versión oficial de que un pistolero planeó y llevó a cabo por sí solo el asesinato de Colosio, que suele ser comparado con el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy.
La película lleva a las pantallas lo que muchos mexicanos han creído desde hace mucho: que los miembros de la estructura del poder del país, entre ellos integrantes del propio partido de Colosio, planearon la muerte del popular candidato porque prometió reformar un sistema de gobierno que funciona en torno de la corrupción y la coerción.
“Colosio” es una de varias cintas mexicanas recientes que subrayan el lado oscuro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del candidato asesinado, que parece dirigirse a una victoria en las próximas elecciones presidenciales del 1 de julio. Otra película explora un enfrentamiento entre agricultores y la policía en el estado en el que el actual candidato del PRI a la presidencia fungía como gobernador. En tanto, un documental expone la historia de censura del partido hacia el rock and roll.
Quienes participaron en las cintas dicen que no es coincidencia que se estrenen a sólo semanas de las elecciones presidenciales, y forman parte de un esfuerzo por recordar a los mexicanos el pasado autocrático y corrupto del PRI, que gobernó México durante 71 años.
“El voto es secreto, pero el voto es informado”, dijo Bolado. “Lo que es importante es que la gente sepa lo que pasó hace 18 años, recuperar la memoria de un país que no la tiene”.
Muchos mexicanos parecen estar dispuestos a sacudirse los malos recuerdos: el candidato del PRI a la presidencia, Enrique Peña Nieto, aventaja en la mayoría de las encuestas sobre la votación del próximo mes.
“Colosio”, estelarizada por grandes estrellas del cine mexicano como Kate del Castillo y Daniel Jiménez Cacho, narra la historia de un investigador de la policía que es asignado por la mano derecha del presidente para realizar una investigación secreta paralela sobre el asesinato de Colosio.
Mostrando una teoría de la conspiración mexicana común de que alguien más, además del asesino material sentenciado Mario Aburto, disparó contra Colosio, el personaje de la cinta descubre que hubo varios pistoleros en el lugar y que varias personas estaban enteradas de los planes para asesinarlo.
Mientras el investigador ata cabos, cada uno de los implicados es asesinado. En una invención del cineasta, el primero en morir después de Colosio es otro pistolero que estuvo en el acto de campaña.
“La película no te dice quién mató a Colosio, pero te dice por qué había gente que quería matarlo”, explicó Bolado. “Yo espero que despierte la curiosidad y que la gente se pregunte por qué pasó esto”.
La película, que incluye material noticioso, muestra a un político maquiavélico que es asesor y mano derecha del presidente. El personaje identificado solamente como “el doctor” manipula y usa a la gente para obtener lo que busca, y ordena los asesinatos de quienes se atraviesan en su camino.
“Durante 70 años, a cualquiera que quería abrir la boca primero lo querían comprar y luego lo mataban”, dijo Bolado, que trabaja en otra película sobre la llamada Matanza de Tlatelolco cometida por fuerzas de seguridad en la Ciudad de México durante el movimiento estudiantil de 1968. Los reportes oficiales indican que la cifra de muertos es de 25 personas, pero los activistas de derechos humanos aseguran que hasta 350 personas murieron en el ataque.
En una exhibición especial reciente de “Colosio”, algunas personas entre el público se rieron cuando el actor que interpreta a un fiscal explicó en una conferencia de prensa que el candidato recibió de un solo pistolero un disparo en la sien derecha y posteriormente otro en el costado izquierdo del abdomen.
El fiscal ficticio, al igual que el entonces procurador general Diego Valadés, explicó que esto fue posible debido a que Colosio, tras recibir el disparo en la cabeza, giró hacia su agresor, quien entonces le dio un disparo en el abdomen pese a estar rodeado de varios guardaespaldas.
La película encendió pasiones incluso antes de estrenarse con 450 copias a nivel nacional el pasado fin de semana.
Durante otra exhibición especial la semana pasada en la Ciudad de México, actualmente gobernada por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), una mujer en el público gritó “¿Y todavía quieren votar por el PRI? ¡Muerte al PRI!” mientras la cinta cerró con una imagen panorámica de la sangre del detective muerto mezclándose con la corriente de un río. Algunos miembros del público aplaudieron a la mujer.
“Te da coraje y tristeza y al final de cuentas no te queda más que reírte porque lo que estamos viendo son cosas que ya sabíamos”, dijo Ariadna Martínez, un ama de casa de 31 años que vio la película en compañía de su esposo. “Es nuestra triste realidad y es triste darte cuenta de que nada cambia porque los de arriba son todos los mismos”.
El asesinato de Colosio se perpetró durante una época tumultuosa. La guerrilla zapatista acababa de rebelarse en el sur de México y otro político importante, José Francisco Ruiz Massieu, también fue asesinado en turbias circunstancias pocos meses después.
Al final, la muerte de Colosio abrió indirectamente camino a la caída del PRI. El presidente Carlos Salinas de Gortari eligió a su ministro de Programación y Presupuesto, Ernesto Zedillo, para reemplazar a Colosio como candidato. Y fue Zedillo quien como presidente hizo lo que por mucho tiempo había sido impensable en el PRI. reconoció rápidamente que la oposición había ganado las elecciones de 2000, acabando con cualquier intento de alterar los resultados.
El otro nuevo largometraje, “El Lenguaje de los Machetes”, trata de una pareja ficticia que fue testigo de una operación de policías del Estado de México contra vendedores de flores que en 2006 se opusieron a la construcción de un aeropuerto en la localidad de San Salvador Atenco. Peña Nieto gobernaba el estado en aquel entonces.
Ray y Ramona, inconformes de la situación social en México, tenían la intención de prenderse fuego en una protesta radical, pero nunca llevaron a cabo ese acto.
El portavoz del PRI, Eduardo Sánchez, dijo que no ha visto las cintas y posiblemente no tendrá tiempo de hacerlo antes de las elecciones.
“No te puedo dar un comentario porque no he visto las películas. Lo que te puedo decir es que en el PRI somos respetuosos de la libertad de expresión”, señaló.
La historia del rock and roll en México y la censura que impuso el PRI a los músicos que intentaron retratar en sus canciones los males del país es el tema de un nuevo documental político titulado “Gimme the power”, el mismo nombre del tema éxito de la banda de rock Molotov.
El grupo irrumpió en la escena musical del país en 1995, el año siguiente al asesinato de Colosio, y sus letras criticaban al gobierno y a Televisa, entonces la única empresa televisiva del país y actualmente la más dominante del país, así como a la Iglesia y la santidad de la familia.
El documental se remonta al festival de rock and roll de 1971 que atrajo a unos 200.000 jóvenes a las orillas del lago de Avándaro, en el Estado de México.
La señal de radio que se transmitía en vivo del concierto fue interrumpida cuando el público comenzó a gritar “¡tenemos el poder! “¡tenemos el poder!”. El gobierno, al que controlaba entonces el PRI, prohibió después los conciertos de rock y esta situación perduró hasta ya entrada la década de 1980.
Debido a su estilo desafiante y letra salpicada con palabras altisonantes, la banda musical de la Ciudad de México, Molotov, fue la sensación entre los jóvenes en la década de 1990, aunque muchas tiendas de discos se rehusaban a comercializar los álbumes de la agrupación.
“No querían poner el disco en las tiendas que por (que) la foto de la portada (era ofensiva), pero en los mismos estantes había discos de música tropical que tenían mujeres semidesnudas por todos lados”, señaló el baterista de Molotov, Paco Ayala.
La portada del primer álbum del grupo, “¿Donde jugarán las niñas?”, contiene la imagen de quien parece ser una adolescente vestida de colegiala quitándose su ropa en el asiento trasero de un coche.
Las estaciones de radio difundían las canciones menos críticas de la agrupación y censuraban con un ruido las palabras ofensivas. Los videos musicales de Molotov eran difundidos sólo en los horarios nocturnos, dijo Ayala.
“Pero nos fuimos dando cuenta que era más bien por la crítica tan ácida y tan directa que tenían las canciones que terminaban pegándole a mucha gente que teniendo el poder iba cortando la libertad de la banda”, señaló.
El director del documental, Olallo Rubio, dijo que confía en que la cinta motive a los jóvenes a encontrar vías para que expresen su frustración hacia su país, de la misma manera que Molotov lo hizo con su música.