Ahora todo representa cifras millonarias


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Al entorno lo saturan conversaciones, parte de la comunicación, a veces meros soliloquios. Pero generalmente, ¡qué de contrastes tienen presencia! Nuestro país, agobiado por crisis diversas, sin embargo, puede notarse que domina la voz de millones aquí y allá, en un intercambio oral. Hasta los niños a su manera peculiar la incluyen en juegos y acciones recurrentes.

Juan de Dios Rojas


Habitantes registran datos estadísticos respecto a los aludidos millones, tanto en la metrópoli como el interior. Debido a la explosión demográfica visible. A donde enfoquemos la vista topamos con verdadera condición creciente en los cuatro puntos cardinales de nuestra irredenta Guatemala, en sueños y también en realidades día a día, de naturaleza diversa siempre.

Toda obra relativa a la infraestructura física representa inversión del orden millonario. Sitios, o áreas mejor dicho, en los que se extendía sin obstáculos, ejemplos: cercados, eterno verdor campirano, la ambición desmedida de manera continua pasa a ser otra propiedad de millones, a causa de la plusvalía. Por consiguiente una nueva imagen implica novedad panorámica.

En torno a la construcción estatal y municipal presente es de costos millonarios, viene a ser anómala y deficiente. Queda a luz la infaltable corrupción, desvíos suelen decir a menudo, en defensa de lo indefendible. Trabajos a base de materiales impropios, al final suman millones para variar. Equivalente con todas sus letras, a transas y demás movidas. ¡Qué desvergüenza!

Nadie ignora que durante el pasado proceso eleccionario su costo fue de verdad millonario, término empleado con frecuencia. En toda su dimensión magnificada por inconfesables causas, sobrepasó cualquier cálculo precedente. Nada ni nadie pudo controlarlo, a la cabeza el Tribunal Supremo Electoral, a quien en definitiva se les fue de las manos, imposible disimularlo.

Si usted habla de las antañonas piezas de alquiler, tampoco hay asombro al significar cantidades aproximadas al millón. No digamos con los ojos salidos de las órbitas, a tiempo de saber que los apartamentos de pomada y edificios de postín, hoy ya absorbiendo el espacio a modo de “rascacielos’’ chapines, cuestan cifras relativas a varios millones, en punta, increíble pero cierto.

Cierto es que el contrabando, auténtico escape interminable de los ingresos a las arcas del Estado, tal renglón importante deja de percibir cifras referentes a millones de millones. Una verdadera danza de suma valía que termina al ritmo descarado de contravatores de cuello blanco por la impunidad.

Los clamores de sindicalistas de salud, o del magisterio organizados por lograr un incremento considerable a sus asignaciones mes a mes, terminan siendo también sumas millonarias en época de crisis, en quetzales contantes y sonantes. Equiparable a nudos gordianos, puesto que el erario nacional tiene enorme deuda millonaria, de orden interno y externo en demasía.

Todo proyecto devenido del plan de gobierno nacional encuentra como una piedra en el zapato el hecho real de no tener fondos. Hasta el más ingenuo percibe por inercia la imposibilidad de poder llevarla a cabo, Sin fondos asignados, millonarios y supermillonarios por supuesto, nada posibilita su ejecución respectiva, a menos recurran a cáscaras de huevo.

Fortuna extravagante la constituyen los millones de lavado de dinero, manejado a consecuencia del narcotráfico que subyace actualmente en el territorio nuestro. Su posición geográfica de naturaleza estratégica hace permisible tal actividad ilícita en todo sentido, con la ayuda directa del crimen organizado, azote cotidiano de los pobladores atormentados.

Millones de quetzales devaluados constituyen, entre otras cosas los malos manejos efectuados por beneficiarios de renglones relativos a las prestaciones laborales conforme lo estipula la ley correspondiente. Por ejemplo: vacaciones, bono navideño y restantes soportes de la época del último mes del año y los inicios del nuevo. Austeridad es necesaria.